Herrera y su aclamado debut con la Orquestra Simfònica de Barcelona
FPor fin debutó en el Auditori, y junto a la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Cataluña (OBC) , la mezzosoprano canaria Nancy Fabiola Herrera, una de las cantantes españolas de mayor proyección internacional. Lo hizo bajo la dirección de Vasily Petrenko interpretando el Lied der Waldtaube (la Canción de la paloma torcaz o del bosque, también conocida como de la tórtola), la versión reducida y para voz y orquesta de cámara (no la realizada para 16 instrumentos) de los monumentales Gurre-Lieder de Arnold Schoenberg.
La breve obra se interpretó enmarcada en un curioso y coherente programa con el peso de la espiritualidad como Leitmotiv que arrancó con una obra barroca revisitada por uno de los discípulos de Schoenberg, el Ricercare de la Musikalisches Opfer (La ofrenda musical) de Johann Sebastian Bach, en la soberbia y colorista transcripción de Anton Webern, un juego tímbrico y sinfónico que sirvió de espléndido preludio al postromántico Lied. En su espectacular y sentida intervención Nancy Fabiola Herrera aportó un canto mayúsculo, moldeado en un fraseo expresivo y clarificador, ya que esta pieza inmensa, que cierra la primera parte de los GurreLieder, representa el resumen dramático de toda la obra, casi como el Liebestod respecto del Tristan und Isolde wagneriano. Por eso se agradece el canto cargado de sentido de la mezzo española, entregado y pasional, principalmente centrado en la emoción. En espléndido estado
vocal, sus agudos brillaron tanto como los graves extremos, y eso que Petrenko no se cortó en decibelios. En momentos desgarradores como los que esconden las frases «Verstrickt in der Tiefe Tang» y «Helwigs Falke War’s, der grausam», Herrera supo transformar la poesía en pura emoción. Es de esperar que la cantante pueda regresar al curso de la OBC en futuras ocasiones interpretando, por ejemplo, a Mahler.
El programa se despidió con la pintoresca y poco programada Sinfonía N.º 5 en Re, La Reforma, Op.107 de Felix Mendelssohn, obra heredera de Bach y una auténtica exaltación del luteranismo ofrecida en una versión extrovertida y efectista a la que el conjunto catalán respondió con agilidad y seguridad, pero también con un sonido grandioso y brillante ya que Petrenko mantuvo las tintas siempre cargadas. Una auténtica ovación despidió la velada.