Ofensiva judicial para endurecer el castigo a los conductores ebrios
La fiscalía aplica en el caso de un accidente mortal ocurrido en Badalona una reforma que permite agravar la pena Familiares de fallecidos en siniestros de tráfico denuncian la falta de apoyo institucional
La justicia ha activado una ofensiva contra los conductores ebrios y drogados que provocan accidentes mortales de tráfico. A las puertas de la celebración del juicio, la Fiscalía de Barcelona solicita una pena dura contra J. P. S., el conductor que, bajo los efectos del alcohol y las drogas, arroyó en Badalona a una moto y causó la muerte de sus dos ocupantes, llegando a circular a 133 km/h cuando el límite era de 50 km/h. La acusación pública aplica una reforma del Código Penal que le permite reclamar ocho años y seis meses de prisión por dos delitos de homicidio imprudente graves, varios contra la seguridad vial y resistencia a la autoridad, así como el pago de una indemnización de 371.000 euros a las familias de las víctimas.
Es el primer juicio con una petición de fiscal que agrava la petición de pena por un artículo introducido en la reforma del Código Penal de 2019 y que permite solicitar una condena superior en un grado en accidentes con dos o más fallecidos si «el hecho reviste notoria gravedad», por «la singularidad» del suceso y la «relevancia del riesgo y el deber normativo de ciudad infringido», según fuentes consultadas por este diario. En este contexto se encuadra la conducción temeraria bajo la influencia del alcohol o drogas. Daniel Vosseler y Javier Benito, que ejercen la acusación particular, reclaman la misma condena. A raíz de este proceso se fijará otra vista separada ante un jurado por omisión del deber de socorro.
En los últimos días se han producido graves accidentes de circulación causados por el consumo de alcohol o drogas. Este mes, una agente de los Mossos fuera de servicio falleció al impactar su vehículo en la BV-1201, a la altura de Abrera (Baix Llobregat) con un turismo cuyo conductor iba drogado. El individuo se dio a la fuga a pie, hasta que fue detenido. El juez acordó enviar a prisión al arrestado, que además, tenía el permiso caducado. Días después, el 6 de junio, una menor y dos jóvenes fallecieron en Argamasilla
de Alba (Ciudad Real) en una colisión en la que un conductor dio positivo en droga y alcohol.
Huida a gran velocidad
Eran las 20.35 horas del 6 de marzo de 2020. El acusado conducía un vehículo Volkswagen Golf por la calle del Maresme de Badalona bajo los efectos del alcohol y sustancias estupefacientes, «por lo que tenía mermada sus facultades psicofísicas», con la consiguiente lentitud de reflejos y reducción del campo visual. Al darse cuenta de la presencia policial, el imputado emprendió la huida a gran velocidad, invadiendo la calzada en sentido contrario durante unos 200 metros. Omitió, relata la acusación pública, «las más elementales medidas de precaución en su conducción».
Al llegar a la avenida de Alfonso
XIII, J. P. S. giró, circulando en contra dirección en zigzag, saltándose semáforos en rojo y teniendo que «frenar bruscamente» el resto de vehículos para evitar colisionar. Los peatones que se encontraban cruzando la vía tuvieron que saltar para evitar ser arrollados, «poniendo de este modo en peligro a las personas» que se hallaban en esa calle. El imputado llegó a alcanzar una velocidad de 133 km/h, cuando la limitación es de 50 km/h.
Al llegar al cruce con la calle de Joan XXIII, el acusado «giró bruscamente» hacia la izquierda, «invadiendo de nuevo el sentido contrario» y colisionando frontalmente con la moto que circulaba correctamente, arrastrándola hasta colisionar con otro coche , un Audi A5, que iba detrás del ciclomotor. Como consecuencia del accidente, fallecieron el motorista y su pareja. El hombre murió en el acto y la mujer en el hospital. También resultó lesionado el chofer del Audi A5 (de ahí la acusación de lesiones por imprudencia grave).
El acusado y la persona que le acompañaba salieron «precipitadamente» del interior del mismo tras la colisión con la moto. Cada uno corrió en una dirección, «despreocupándose totalmente de los heridos», sostiene la fiscala. Durante el arresto, el acusado «forcejeó», realizando «aspavientos» para internar zafarse de los policías que, al final, tuvieron que emplear la fuerza para inmovilizarle.
El acusado dio positivo en un test de alcoholemia así como en el de cocaína. J. P. S., además, conducía con la pérdida total de puntos del carnet.
permite pedir más condena en accidentes con dos o más fallecidos