Biden busca la estabilidad estratégica
Lo más importante para el presidente de EEUU es eliminar más tensiones con Rusia que podrían distraerle de sus objetivos, como la reconstrucción de la economía y los esfuerzos para frenar a China.
Sobre el papel el objetivo de Joe Biden en la reunión bilateral que mantiene hoy en Ginebra con Vladímir Putin parece modesto, pero ni lo es ni está falto de retos: intentar que las relaciones de Estados Unidos con Rusia, en un punto peligrosamente bajo, no se deterioren más. La Casa Blanca busca poner a EEUU en la senda de una relación más predecible y salir del encuentro con instrucciones a los equipos de ambos países de lo que Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, ha definido como «estabilidad estratégica».
La agenda del encuentro, que buscó el presidente estadounidense, está plagada de cuestiones espinosas. Ahí figuran los esfuerzos de injerencia rusa en las elecciones y los ciberataques en EEUU como el de SolarWinds vinculados directamente a Moscú y por los que se han implementado sanciones. También los crecientes ataques con ransomware en los que se denuncia la permisividad del Kremlin con los hackers. Y las agresivas acciones rusas en Ucrania, en apoyo a Bielorrusia o con la oposición interna, cuyo máximo exponente ahora es el encarcelado opositor Alekséi Navalni.
Para el demócrata, según diversos analistas, lo más importante es eliminar más tensiones con Rusia que podrían distraerle de sus objetivos, como la reconstrucción de la economía de EEUU tras la pandemia y la concentración de su poder en política exterior para tratar de frenar a China.
«Un digno adversario»
Biden recordaba el lunes que «lo último que cualquiera haría es negociar frente a la prensa mundial cómo va a enfocar una reunión crítica con un adversario o alguien que podría ser un adversario». Sí ha revelado, no obstante, las líneas maestras con que llega al encuentro con un mandatario que identificó como un «asesino» pero al que califica de «brillante, duro» y «un digno adversario».
«Lo que transmitiré a Putin es que no busco conflicto con Rusia pero responderemos si continúa sus actividades dañinas y no dejaremos de defender la alianza transatlántica o defender los valores democráticos», explicó Biden. El dirigente habla de marcar «líneas rojas» cuyo sobrepaso causaría «respuestas», pero también asegura estar «listo» para «elaborar juntos alguna doctrina estratégica»” que potencialmente permita a los dos países trabajar juntos en áreas concretas.
Bajas expectativas
Biden buscará la colaboración, o simplemente tratar de evitar que Rusia no obstaculice sus esfuerzos, en cuestiones como el intento de reactivar el acuerdo para frenar el programa nuclear militar de Irán o por minimizar la violencia talibán en Afganistán. Presionara personalmente a Putin para que permita expandir la distribución de ayuda en Siria. Y aunque no hay grandes expectativas en términos de resultados específicos, algunos objetivos se ven más al alcance.
Así, se mira con optimismo la colaboración en el control de armas nucleares, pues ambos países acordaron prorrogar poco después de que Biden llegara a la Casa Blanca el tratado Nuevo START. Y el logro más inminente podría ser que se dieran pasos, aunque sea pequeños, para restaurar los lazos diplomáticos que se han ido reduciendo en los mandatos de Barack Obama y Donald Trump.
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