El Barça conquista la Liga ante el Madrid y abre una nueva era
El equipo de Jasikevicius completa un año brillante con su segundo título y pone fin a siete años de espera para levantar el campeonato de la ACB.
La larga espera ha llegado a su fin. El Barça es el nuevo campeón de la Liga Endesa, después de una larga espera de siete años que para la mayoría de aficionados azulgranas se ha hecho eterna. Desde 2014 no alzaba al cielo el trofeo de la ACB. El éxtasis llegó al Palau Blaugrana, ante un privilegiado grupo de un millar de aficionados, después de doblegar por segunda vez al Madrid en el play-off final apenas 48 horas después de lograrlo en el WiZink Center. El triunfo frente a los madridistas hace más dulce la conquista.
Era una oportunidad inmejorable para el equipo de Jasikevicius después de un año agotador (92 partidos oficiales) y no podía dejarla escapar por lo que significa: el inicio de una nueva era para los azulgranas, que redondean un año brillante con su segundo título, tras la Copa, y su cuarta final (Euroliga y Supercopa) y, al tiempo, el cierre de una etapa gris, de travesía por el desierto, de cambios de técnicos e inversiones fallidas que no acabaron de cuajar.
El éxito tiene muchos nombres, pero sobresale por encima de todos el de Jasikevicius, el técnico que ha sabido conjugar todo el talento de la plantilla para devolverla a la cima y devolverle toda su ambición. También el de Mirotic, añorado durante todos los playoff, pero que apareció con 27 puntos a tiempo para adueñarse del MVP de la final y, por supuesto, de Pau Gasol, capaz de competir al máximo nivel y de agrandar su historia camino de los 41 años, y de ganar su tercera liga como azulgrana 20 años después.
Máxima concentración
Si durante la temporada, el equipo ha pecado en ocasiones de falta de intensidad, esta vez la imagen fue impecable. Un 7-0 de inicio fue el aviso de que no había dudas y sí un máximo de concentración. El cuadro catalán fue capaz de anotar sus primeros siete ataques y abrir ya una brecha confortable de 11 puntos en los cinco primeros minutos. Marcó el paso Calathes, se presentó el mejor Mirotic de los play-off y, sobre todo, apareció la defensa azulgrana en toda su grandeza, cerrando todas las vías de acceso a su canasta. La ventaja no paró de crecer a favor de un Barça seguro de sus fuerzas y con las ideas muy claras (48-30, m. 20).
El Madrid ha mostrado un espíritu de resiliencia admirable, sobre todo por las bajas (Thompkins, Randolph, Laprovittola), los problemas físicos y las fugas a la NBA (Campazzo y Deck). Pero ha llegado a esta final al límite de sus fuerzas y eso se apreció con claridad en el Palau, con el equipo de Laso, cediendo en casi todas las batallas, incluido el rebote, que fue blanco en el WiZink, y ayer fue claramente azulgrana.
Hubo algún intentó de rebelión, sobre todo por parte de los jóvenes como Alocén o Garuba. Pero el Barça la atajó rápido (devolvió rápidamente el parcial de 0-9 blanco en el tercer cuarto que apretó ligeramente el marcador 67-53) y el Madrid fue desangrándose, perdiendo pegada, incapaz de encontrar atajos para engancharse al encuentro.
La imagen del Barça, en cambio, no hizo más que agrandarse, determinado a no permitir que su rival levantara la cabeza y pudiera escaparse su oportunidad. Nadie quiso bajar los brazos en defensa y la herida blanca se mantuvo abierta hasta el final, con los jugadores de Jasikevicius disfrutando de una conquista que augura una nueva e ilusionante era.
«Estoy muy feliz. Logramos dos títulos. El año que viene, a por más», dice Mirotic