El problema es de incivismo

Con la implantación del sistema de recogida de basura puerta a puerta en Sarrià y Sant Andreu, es verdad que ahora tenemos que acostumbrarnos a unos horarios y a ver algunas bolsas de ciudadanos incívicos marcadas en la calle que no son recogidas hasta 24 horas después. No nos engañemos, para algunos el problema no es el puerta a puerta, el problema es que no les interesa separar bien los residuos y lo mezclan todo. Solo hay que ver lo que hay dentro de las bolsas cuando se desgarran. Antes, lo tiraban todo mezclado en el contenedor, pero ahora queda a la vista de todo el mundo. Su problema no es el chip, ni los horarios. Su problema es de incivismo.

Un punto positivo de este sistema es que no esconde la basura y nos hace ser conscientes, así vemos cuánta generamos. Tiene un factor pedagógico. Esto lo saben mis alumnos, con quienes visito ecoparques e incineradoras a menudo, donde ven llegar y quemar toneladas de ‘rebuig’ sin separar, con plásticos, papel, cartón, vidrio, que a pesar de pasar por el ecoparque no pueden ser separadas, lo que provoca una gravísima agresión medioambiental y derroche de recursos.

El chip, además de las bolsas, nos permite que podamos ver con una app cuánta basura generamos para intentar reducirla. Además, abre la oportunidad de pagar en función de cuánta generamos, no todo el mundo igual, y acceder a bonificaciones.

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