No como moneda de cambio

Ahora resulta que el político Oriol Junqueras ya no ve tan claro ni el referéndum del 1 de octubre ni la vía unilateral y reconoce que era necesario un apoyo social más amplio. Todo el ‘procés’ fue una serie de hechos impropios de gobernantes que dividieron a todo un pueblo. A unos se les ninguneó y a los otros se les ilusionó y engañó. Pisaron toda la legalidad constitucional y estatutaria e impusieron lo que les dio la gana. Qué valientes demócratas, pero ni arrepentimiento, ni disculpas, ni perdón.

En cuanto a los indultos, el señor Junqueras lo dejó muy claro, pues él sabe muy bien que indultar equivale a perdonar: «los indultos que se los metan por donde les quepan», pero ahora ya los ve bien. No nos engañemos, él no renuncia a nada, simplemente cuestiona la efectividad de lo que ha pasado con el ‘procés’, nada más.

Cabe recordar que el señor Junqueras es un idealista y sus posicionamientos han sido siempre más impulsivos que reflexivos. El presidente Sánchez declaraba en campaña electoral que había que tener el máximo respeto por las decisiones de los tribunales y era partidario del cumplimiento íntegro de las penas. Era lo que le interesaba decir. En cambio, ahora ha cambiado de actitud. La concesión de los indultos obedece a una realidad muy concreta: necesita los votos de ciertos partidos para mantenerse en el poder. Por eso ha pasado de lo que le interesaba a lo que le conviene. Estos son los principios de estos dos señores: poca ética y credibilidad cero. Saber perdonar sí, pero nunca indultar como moneda de cambio.

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