El frente empresarial a favor de los indultos deja aislado a Casado
La agenda de Sánchez indica que la decisión será el martes
Las patronales chocan con las derechas al avalar la medida de gracia como forma de distensión
El Cercle plantea aumentar un punto del PIB el gasto público en una sanidad más externalizada
Conforme se acerca la concesión de los indultos a los líderes independentistas presos, a la estrategia apaciguadora del Gobierno con respecto a Catalunya le surgen inesperados aliados. Ayer fue un día crucial en ese camino: desde organizaciones tan poco subversivas como patronales, entidades empresariales o la Iglesia católica emergieron muestras de apoyo al perdón a los condenados. Mientras eso sucedía, Pablo Casado solemnizaba en Barcelona el rechazo del PP a los indultos, que cree que solo traerán «frustración». Los populares mantienen la posición junto a Ciudadanos y Vox tras la manifestación de la plaza de Colón de la semana pasada, pero Pedro Sánchez acelera: el presidente del Gobierno explicará sus planes para el «reencuentro» el lunes en la capital catalana.
Si el miércoles el presidente del Cercle ya manifestó el apoyo a los indultos de la entidad que dirige, ayer fue la principal patronal española, la CEOE, la que se pronunció al respecto. Su presidente, Antonio Garamendi, dijo en TVE que, si los indultos ayudan a que «las cosas se normalicen, bienvenidos sean». Ante el revuelo que provocaron sus palabras, después matizó que su organización no tiene opinión al respecto, pero también que las medidas de gracia están recogidas en la Constitución.
Más clara fue incluso la principal patronal catalana, Foment del Treball. Su presidente, Josep Sánchez Llibre, celebró primero que Oriol Junqueras bendijera los indultos hace unos días y cuestionara la vía unilateral a la independencia para añadir después: «Tenemos que profundizar en esta posición y plantear elementos para posibilitar que el Govern y el Gobierno normalicen sus relaciones, y si uno de esos elementos son los indultos es un mecanismo con el que estamos de acuerdo».
Epicentro político
Sánchez Llibre pronunció estas palabras en la reunión anual del Cercle d’Economia. Las circunstancias han querido que ese encuentro se haya convertido en el centro del escenario político español esta semana. En una España que enfila la senda de la recuperación económica tras la crisis del coronavirus, y con el Gobierno dispuesto a abrir una nueva etapa en el contencioso catalán, todos los protagonistas del momento se pronunciaron en las jornadas de la entidad. Y lo seguirán haciendo, porque el presidente Sánchez interviene hoy en la clausura, en lo que será un aperitivo de su acto del lunes en el Liceu.
Sobre el papel, el principal interés político de la jornada de ayer en Barcelona estaba en la intervención de Casado. Y el líder del PP confirmó la rotunda oposición de su partido a que se indulte a los presos independentistas. En su opinión, los indultos solamente traerán «frustración», y cree Sánchez solo recurre a ellos para «mantenerse en el poder».
El líder del PP supo desde el principio que intervenía en una plaza difícil. El vicepresidente del Cercle, Jordi Gual, insistió cuando presentaba a Casado en que la entidad está a favor de los indultos y dijo que no son «concesiones vergonzosas» sino «el inicio de un diálogo, del que en algún momento pueden salir soluciones que encaucen el conflicto».
El presidente del PP, que la semana pasada se manifestó en la plaza de Colón contra los indultos, también fue claro. «Yo quiero a
Catalunya, jamás haré nada en contra. Quiero que Catalunya recupere la prosperidad. Quiero que no haya más confrontación en la calle, pero no haciendo cesiones, que solo van a traer frustración. Y dentro de la ley, porque no hay democracia sin ley», dijo.
Para resumir la posición de los populares, Casado dijo que Catalunya «no tiene un problema de democracia, sino de cumplimiento de la ley», y que, si se habla de convivencia y concordia para justificar los indultos, «la sublimación de la concordia fue la Constitución» que, recordó, tuvo «dos padres catalanes».
Movido por «el poder»
Subrayó que los líderes independentistas presos no han mostrado «arrepentimiento» y «amenazan con la reincidencia». Además, puso en duda que el presidente del Gobierno vaya a echar mano de los indultos por «convicción», porque Casado cree que Sánchez actúa movido por una «estrategia para permanecer más tiempo en el poder». «No es un juicio de valor, es mera hemeroteca. Hace dos años, de forma solemne, decía todo lo contrario», dijo.
Pese a la renuencia de algunos valores populares a participar en la manifestación de Colón, el PP sigue creyendo que debe desmontar «la trampa de los indultos». Fuentes del partido creen que eso fue lo que hizo ayer su líder en Barcelona, cuando insistió en la importancia de ocuparse de «los problemas reales de los catalanes».
Pero a Casado le llegó poco después otra réplica desde un lugar inopinado: la posición del líder del PP topa con la Iglesia, al menos con la catalana. Los obispos de las 10 diócesis de Catalunya se pronunciaron a favor del diálogo y de «las medidas de gracia» para resolver el conflicto.
El líder popular supo desde el principio que su intervención tendría lugar en una plaza difícil