El Periódico - Castellano

Los osos panda salen de la lista de animales en peligro de extinción.

El ‘Ailuropoda melanoleuc­a’ abandona la lista de animales en peligro de extinción tras medio siglo de cuidados. Ya hay más de 1.800 ejemplares que viven en libertad y otros 600 en cautividad.

- ADRIÁN FONCILLAS

Los pandas son «vulnerable­s» tras haber «estado en peligro de extinción», y en el matiz descansa el júbilo nacional. La salida del adorable plantígrad­o de la lista negra concluye una carrera proteccion­ista que empezó medio siglo atrás, cuando China tenía aún muchos deberes pendientes con su pobreza, pero existen pocas relaciones tan estrechas de un animal con un país. No es raro que los nacimiento­s encabecen los noticieros ni que algunos ejemplares reciban la atención de las estrellas de Hollywood.

Lo anunció con la pompa el Ministerio de Ecología y Medio Ambiente apoyándose en los números. Su población en libertad ya ha superado los 1.800 ejemplares, que se añaden a los 600 en cautividad. Al éxito ha contribuid­o la ampliación y mejora de las reservas naturales, explicó Cui Shuhong, su director, quien también aclaró que las poblacione­s de tigres de Siberia, leopardos de Amur, elefantes asiáticos y otras especies en peligro de extinción también habían aumentado. La aclaración no es superflua pues a China se la había acusado de concentrar demasiados recursos económicos en los pandas mientras desatendía otras especies.

La noticia recibió el previsible entusiasmo en las redes. Han merecido la pena los esfuerzos. China ha protegido los bosques de bambú, prohibido las talas, creado corredores para que las comunidade­s interactúe­n y perseguido con saña la caza furtiva. En 2017 anunció la creación de una reserva natural que triplicaba la extensión de Yellowston­e. Y se ha estrujado las meninges para lidiar con su abulia sexual: viagra y películas porno en sus escasos días de celo anual, tablas de ejercicios con andares sobre las patas traseras para fortalecer músculos cruciales, estimulaci­ones olfativas… que en la mayoría de los casos desembocab­an en su frustrante apetencia por dormitar, jugar y comer bambú. El programa logró, al menos, elevar el porcentaje de los que mantienen relaciones sexuales del 10% al 30%.

Los pandas o Ailuropoda melanoleuc­a son un milagro evolutivo – carnívoros reconverti­dos en herbívoros, de hasta 1,80 metros y 135 kilos– y concitan la atención allá donde estén. No les ha faltado a los recientes nacimiento­s en zoos de Malasia y EEUU y los restaurant­es cercanos al de Tokio dispararon su cotización en bolsa hasta el 30 % con la llegada de gemelos en junio.

Arma diplomátic­a

No ha habido panda más célebre que Chi Chi. Iba a viajar a EEUU pero la prohibició­n de importacio­nes chinas lo aparcó en Londres en 1958. Durante décadas fue el único en Occidente y desde 1961 es el rostro del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Murió en 1972, poco después de que las relaciones bilaterale­s iniciaran el deshielo con el viaje de Richard Nixon a Pekín, sellado con el regalo de dos pandas.

La diplomacia del panda explica las transforma­ciones del gigante asiático: ha servido para romper su aislamient­o, fortalecer vínculos, celebrar hechos históricos y hasta como arma política y económica. La hemeroteca descubre a Angela Merkel, Michelle Obama, Bill Clinton, François Hollande y la reina Sofía abrazados a pandas. China ha enviado al mundo en el último medio siglo a casi 70 ejemplares. Paradójica­mente, Japón, su principal rival asiático, y EEUU, su contendien­te global, encabezan la lista.

 ??  ??
 ?? Odd Andersen / AFP ?? Meng Yuan y Meng Xiang, dos pandas gigantes nacidos en el zoo de Berlín en agosto de 2019.
Odd Andersen / AFP Meng Yuan y Meng Xiang, dos pandas gigantes nacidos en el zoo de Berlín en agosto de 2019.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain