Arriesgado experimento
Johnson anuncia la obligación de presentar el pasaporte covid en las discos en septiembre, horas después de levantar las restricciones
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A penas 18 horas después de permitir la reapertura de las discotecas, con decenas de miles de jóvenes haciendo cola a medianoche en la entrada de los locales, bailando después sin distancia social o protección alguna, Boris Johnson anunció ayer la obligatoriedad a partir de septiembre de presentar el pasaporte de vacunación para las discotecas y eventos públicos masivos que no especificó. Las discotecas son «un riesgo continuo», afirmó el primer ministro, y «necesitan ser socialmente responsables y utilizar para entrar el NHS Covid Pass [el sistema de detección y rastreo de la sanidad pública]». Un 35% de jóvenes entre los 18 y los 30 años aún no están completamente vacunados. Johnson también anunció que se ofrecerá la vacuna a chicos mayores de 12 años que corran un alto riesgo de contraer covid y a los que vivan con personas vulnerables. El Gobierno de Estados Unidos ha aconsejado a sus ciudadanos no visitar el Reino Unido ante el riesgo de contraer el virus en las actuales circunstancias.
Las nuevas medidas anunciadas por el primer ministro se produjeron el día en que Inglaterra eliminó las últimas restricciones legales por la pandemia. El Día de la libertad, como había bautizado de forma triunfal la fecha del 19 de julio Johnson, deja en manos de los ciudadanos la responsabilidad de protegerse del virus, en un momento en el que los contagios crecen exponencialmente. Un «experimento peligroso», según los 1.200 científicos y sanitarios internacionales que firmaron un documento en la revista Lancet.
Ya no es preceptivo en Inglaterra el uso de mascarillas o guardar distancia social, los grupos pueden reunirse en lugares cubiertos sin límite de número de personas y cada cual puede invitar a cuantos quiera a bodas, bautizos o funerales. El fin de la distancia social permite la reapertura con el aforo completo de teatros y cines. El baile y la música vuelven a las discotecas sin necesidad de que el público deba mostrar a la entrada el pasaporte covid o test negativos.
También es el fin del teletrabajo. Johnson pidió a las empresas un retorno escalonado, para evitar en la medida de lo posible aglomeraciones a la hora punta en los transportes. En pleno julio, con muchos empleados de vacaciones, el peligro es menor. La verdadera prueba llegará en septiembre.
Prudencia en otros territorios
A Johnson, tan simbólica jornada le pilló confinado, al igual que al titular de Economía, Rishi Sunak, tras haber estado en contacto con el responsable de Sanidad, Sajid Javid, positivo por covid. En una alocución, desde su retiro obligado en la casa de campo de Chequers, defendió la decisión de barrer las restricciones. «Es el momento adecuado», afirmó. Pero instó a la ciudadanía a que se comporte con «cautela» porque el número de casos de la variante delta supera los 55.000 diarios, va en aumento y es una variante «extremadamente contagiosa».
La eliminación de prácticamente todas las restricciones por primera vez desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020 solo afecta a Inglaterra. En Escocia se relajan relativamente las normas, pero el uso de mascarilla aún es obligatorio en transportes y locales públicos cerrados por otras tres semanas. Únicamente ocho personas pueden reunirse en el interior de las viviendas. Bares y restaurantes tienen que echar el cierre a las 12 de la noche. En Gales, las restricciones se mantienen hasta al menos principios de agosto. En Irlanda del Norte, las autoridades deben decir lo que hacer el próximo jueves.
La retirada de las restricciones se acomete pese a que la comunidad científica se opone a la decisión. Estimaciones del propio equipo asesor del Gobierno prevén que las infecciones pueden pasar de las 55.000 diarias de ahora a 200.000 a finales de verano. No obstante, con más del 68% de la población adulta británica vacunada, se estima que las hospitalizaciones, las enfermedades graves ocasionadas por el virus y las muertes por covid se situarán en niveles mínimos en relación con los peores momentos de la pandemia. El Ejecutivo de Johnson parece no tener en cuenta los posibles problemas de salud por el virus a largo plazo, aunque los enfermos no acaben en el hospital.
Las infecciones pueden pasar de las 55.000 diarias actuales a 200.000 a finales de verano