Espionaje a periodistas, políticos y activistas
Activistas en defensa de los derechos humanos, periodistas, figuras religiosas, sindicalistas y abogados de todo el mundo han sido espiados a través del programa Pegasus, un sofisticado sistema de ciberespionaje para perseguir a criminales y terroristas que la compañía NSO Group vende «exclusivamente» a gobiernos de todo el mundo.
Una investigación periodística desveló que ha habido un abuso generalizado y continuado de este
software que interviene en dispositivos móviles para extraer mensajes, fotografías, e-mails y que graba llamadas telefónicas. beneficio financiero». Esos ciberataques, dijo Blinken, «cuestan miles de millones de dólares en propiedad intelectual robada, pagos de rescates y esfuerzos de mitigación, y el Ministerio de Seguridad los tiene en su nómina».
Sin sanciones
Pese a la contundencia de la denuncia, y a diferencia de lo que Washington hizo al señalar y castigar a Rusia por el ciberataque de SolarWinds, EEUU no anunció sanciones directas contra China. El propio Biden argumentó que el Gobierno chino «no está haciendo esto, pero está protegiendo a quienes lo hacen e incluso permite que sean capaces de hacerlo».
Washington parece haberse contentado de momento en lograr el mensaje coordinado de censura con los aliados ante un país al que la Casa Blanca acusa de tener un «patrón de comportamiento irresponsable en el ciberespacio, inconsistente con su meta de ser visto como un líder responsable en el mundo». Y es un logro para una