El clásico ilumina la ‘final four’
Barça y Real Madrid trasladan hoy su rivalidad a la segunda semifinal europea con el premio de entrar en la pelea por el título.
Belgrado acogerá a partir de hoy una de las final four más apasionantes de la historia. Al margen de la presencia de cuatro clubs con pedigrí que ya saben lo que es levantar el título de campeón, la gran cita anual de la Euroliga tendrá un aliciente único, un BarçaMadrid de lujo. El clásico del baloncesto español ilumina por sí solo la cita en la capital serbia y deja en un segundo plano otro pulso cinco estrellas: el del Anadolu Efes, vigente campeón, y el Olympiacos. La recompensa que les aguarda a madridistas y azulgranas después de esa esperada batalla (21.00 horas, DAZN) no puede resultar más atractiva: la oportunidad de pelear por el título de campeón de Europa.
No es que Barça y Madrid no se hayan visto nunca antes en la Euroliga. Hay tres precedentes previos en la reciente historia, todos en semifinales, y el balance cae ligeramente hacia el lado de los blancos (2-1). Pero la trascendencia de la cita de hoy resulta superlativa. Una victoria de los azulgranas confirmaría el sorpasso definitivo desde la llegada de Jasikevicius al banquillo del Palau. Dos títulos de Copa, uno de Liga y un balance de 11 victorias en sus 14 enfrentamientos n estos dos años han dado pistas sobradas de ese apuntado. Un triunfo en una semifinal europea lo ratificaría.
Una derrota, en cambio, despertaría viejos fantasmas en el Palau Blaugrana y daría nuevo aliento al Madrid, que parecía abocado a una reconstrucción, sobre todo por la edad de algunas de sus estrellas como Sergio Llull (34 años) y Rudy Fernández (37), sobre los que ha construido, en buena parte, la era triunfal de Laso.
Apuestas igualadas
Las sensaciones han cambiado en los dos clubs, conforme avanzaba la temporada y en esa línea también ha variado la cotización de las apuestas. Si el Barça parecía claro favorito antes del play-off de cuartos ante el Bayern, sus altibajos posteriores, y la recuperación de los madridistas en las últimas semanas, después de barrer al Maccabi, han equilibrado mucho los pronósticos de un encuentro que contará con la presencia del presidente azulgrana Joan Laporta en el palco. Otra cosa será en caso de una hipotética final este sábado. La coincidencia con la final de la Champions de fútbol femenina situará en un dilema al dirigente barcelonista.
«En una final four tiene que ser difícil y seguro que lo va a ser. No
es fácil controlar las emociones, pero la presión será la misma para las dos», reconocía ayer Jasikevicius en la conferencia de prensa oficial, en la que relativizó los precedentes con los madridistas. «Mañana será una nueva historia y empieza 0-0», apuntó. «Cada partido (contra el Real Madrid) fue diferente. Algunos a pocos puntos, otros a muchos. Tenemos que estar listos para el desafío, no podemos tener menos hambre porque hayamos ganamos un par de veces al Madrid», añadió .
«Creo que el clásico es muy grande en España, pero es más grande en Europa. Grandes jugadores, (Niko) Mirotic, Edy (Tavares)... todos pueden dar un paso adelante en ese partido. Los dos tenemos mucha confianza en nuestros jugadores», argumentó Laso para admitir: «Estamos en un buen momento».
Mirotic, centro de las miradas
En ese cambio de ciclo pretendido por el Barça debe jugar un papel fundamental Nikola Mirotic, la estrella azulgrana fichada hace tres años a golpe de talonario en la NBA con el objetivo de devolver a los azulgranas a la cima en un torneo que ha conquistado dos veces, aunque la última vez fue en 2010. Hacia el alero montenegrino, de 31 años, se giraron ayer muchas de las miradas, porque la Euroliga anunció su elección como MVP de la temporada regular, lo que hace aún más incomprensible que no haya sido incluido esta semana en el quinteto ideal de la temporada en la ACB, lo que ha provocado la queja del directivo azulgrana Josep Cubells.
«Ser el MVP no supone una presión añadida», afirmó Mirotic. «Desde el primer día que me puse esta camiseta sabía la presión y expectativas del club y de los aficionados. Estoy acostumbrado, es algo que me empuja a mejorar como jugador y como persona, para intentar ser humilde y dar siempre un extra para mejorar», afirmó.
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Mirotic recibe el premio de MVP, «No es una presión añadida», asegura
«Tenemos que estar listos para el desafío, no podemos tener menos hambre», dice Jasikevicius