La cabeza visible de la televisión más internacional del país
La periodista de origen armenio ha dirigido la cadena Russia Today en medio de gravísimas acusaciones de falsear la realidad. Muy crítica con el mundo occidental, denuncia la prohibición del canal en la UE.
Margarita Simonián no es la directora de un medio cualquiera de Rusia. Tampoco es una más de las muchas rusas con ascendencia armenia en el país. Es, ni más ni menos, que la directora de RT, cadena antiguamente conocida como Russia Today, el único canal de televisión ruso cuya audiencia principal se encuentra fuera de las fronteras de Rusia. Es también un rostro habitual de la televisión estatal rusa, en especial del programa de entrevistas de otro conocido habitual del oficialismo ruso, Vladímir Soloviov. Por su «papel central de la propaganda del Gobierno ruso», la UE la ha sancionado considerando que es responsable de «acciones y políticas que minan la integridad territorial, soberanía y la independencia de Ucrania».
Desde este plató, junto con otros comentaristas del mismo estilo, usa mordazmente su lengua afilada los domingos por la noche para disparar contra Occidente y Kiev, y también para defender al presidente de Rusia, Vladímir Putin, cuando le parece necesario, o la «operación militar especial en Ucrania», como suele llamar aún a día de hoy el oficialismo ruso al conflicto. De la ofensiva en Ucrania, ha llegado a afirmar, el pasado mayo, que si Rusia no gana en el frente bélico, «las cosas acabarán mal para toda la humanidad».
Ferviente crítica con el mundo occidental, denuncia la prohibición del canal de televisión que dirige en la UE, aunque fronteras para adentro defiende sin tapujos imponer la censura previa dentro de Rusia siempre que sea necesario, aduciendo que, en los pocos períodos en los que el país vivió de momentos sin censura, antes de 1917 y durante la perestroika, fueron «un caos». Su marido, Tigrán Keosayán, es también uno de los rostros destacados de la televisión rusa y fue declarado persona non grata en Kazajistán por expresar públicamente en el canal NTV que después de Ucrania, el siguiente país en ser objeto de una «operación especial» del Ejército ruso debería ser este país centroasiático.
Antes de convertirse en la jefa de la propaganda rusa, Simonián cubrió todo tipo de eventos como periodista rasa, entre ellos la segunda guerra de Chechenia o la masacre de la escuela de Beslán, en el sur de Rusia. En 2005, se creó Russia Today –que luego simplificaría el nombre a solo RT– donde ella, desde el principio, contó con el visto bueno de las autoridades rusas, pues solo con 25 años empezó a dirigir este proyecto estatal. En diversas entrevistas ha defendido que la intención al crear este conglomerado era de ser algo parecido a la CNN, Euronews o la BBC, pero que «reflejara el punto de vista ruso».
La voz del Gobierno
A pesar de esas palabras comparándose con algunos referentes del periodismo internacional, la cadena quedó en evidencia a finales de febrero de 2022, pues habitualmente la línea sobre la ofensiva sobre Ucrania era mofarse de los periodistas occidentales por algo que «no había pasado» hasta ese momento tildando de «histéricos» a los que apuntaban que era inminente.
Su interés en defender el punto de vista del Gobierno ruso va más allá de la televisión y fue una de las guionistas de la película propagandista El puente de Crimea, hecho con amor, un filme ideado para presentar de una forma atractiva la infraestructura que representaba el «regreso» de la península a Rusia, a pesar de ser una anexión sin reconocimiento de la comunidad internacional. La película no gozó de muy buenas valoraciones entre la crítica.
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