Tsunami Democràtic se gestó en un chat llamado ‘Harley Davidson’
▶ Los miembros del grupo de mensajería rápida decidían la estrategia independentista y buscaban la unidad de fuerzas y entidades soberanistas
Hay aplicaciones de mensajería instantánea para móviles que ofrecen más seguridad que Whatsapp, pero nada es infalible. En las pesquisas relativas a Tsunami Democràtic los investigadores detectaron un chat de Signal –red que destaca por su interés en guardar la privacidad de las conversaciones de sus usuarios– llamado Harley Davidson, del que formaba parte la secretaria general de ERC, Marta Rovira. En él se decidía la estrategia independentista y se buscaba la unidad de los partidos y entidades soberanistas, según apuntan a EL PERIÓDICO fuentes de la investigación.
El chat se descubrió a través del análisis que se realizó del terminal telefónico del profesor y director de la oficina del expresidente Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, que estuvo imputado en el caso Voloh. Y en él participaban la propia Rovira, los diputados del Parlament
Josep Rius Alcaraz (JxCat) y Marta Vilalta (ERC), el exdiputado de la CUP David Fernández y el ‘exconseller’ de ERC Xavier Vendrell. Según los investigadores, en este grupo se trataban asuntos relacionados con la estrategia global secesionista y se convocaban reuniones en Ginebra (Suiza) para acordar acciones.
Se da la circunstancia de que la líder de Esquerra, a la que la Guardia Civil sitúa en la cúspide de la organización de Tsunami Democràtic, reside en la capital suiza desde que huyó de la justicia española, cuando el Tribunal Supremo la llamó a declarar por segunda vez por su responsabilidad en el referéndum ilegal del 1-O. Ahora, tras la reforma del Código Penal, solo está procesada por desobediencia.
Vía libre
Se sospecha que en el encuentro celebrado el 30 de agosto de 2019 se dio el pistoletazo de salida a Tsunami Democràtic, plataforma que se dio a conocer a través de Twitter tres días después, el 2 de septiembre. Su mensaje de presentación fue retuiteado por el entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el ‘expresident’, Carles Puigdemont.
Las actuaciones, que aún se encuentran bajo secreto, han permitido situar en Ginebra a finales de agosto a destacados políticos independentistas. Marta Vilalta, la exdiputada Elsa Artadi y Josep Rius viajaron allí el día 29. También lo hicieron el exdiputado de la CUP David Fernández y el ‘exconseller’ de ERC Xavier Vendrell, que habría llegado el 24. La exdiputada de la CUP Anna Gabriel también había elegido Ginebra para huir de la justicia. La reunión en la que presuntamente
Los investigadores señalan que en el canal se convocaban reuniones en Ginebra para acordar acciones
se tomaron decisiones sobre el devenir de la plataforma que coordinó las movilizaciones supuestamente espontáneas contra la sentencia del ‘procés’ aparecía en la agenda de Alay, por lo que también se cree que pudo asistir.
Comisiones rogatorias
El Juzgado Central de Instrucción número 6 lleva más de tres años investigando bajo secreto la financiación de las acciones de Tsunami Democràtic a través de sus cinco acciones más características. Son el bloqueo del aeropuerto de El Prat el día que se hizo pública la sentencia del Supremo, como se había hecho en el de Hong Kong. Se calcula que supuso un coste de más de tres millones de euros.
También se incluyen las acciones de protesta contra empresas del Ibex 35; la desobediencia a la Junta Electoral Central con actividades en la jornada de reflexión previa a las elecciones; el corte de la AP-7 en la frontera con Francia a la altura de La Jonquera, con pérdidas tasadas en 45 millones de euros, y la acción que se realizó en un partido del Barça en el Camp Nou bajo el lema Sit and talk.
Para tratar de esclarecer los hechos, que sitúan al menos parte de la estructura financiera de la plataforma en Suiza, se han cursado distintas comisiones rogatorias (peticiones de ayuda judicial internacional) a varios países, como EEUU, Canadá, Reino Unido y Países Bajos. Con ellas se pretende seguir el rastro del dinero, obtenido a través de donaciones y que incluso se intentó conseguir mediante criptomonedas. Pero también determinar quién estaba al frente de la organización de las distintas movilizaciones realizadas, lo que se quiso hacer pasar como propia de la ciudadanía para eludir responsabilidades penales.
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