Las turbulencias financieras dañan aún más el frágil PIB mundial
▶ El Fondo Monetario Internacional reduce al 2,8% el crecimiento de la economía global previsto para el año que viene
El FMI avisa de que, con las recientes turbulencias desatadas en el sector bancario en EEUU y el colapso del gigante Credit Suisse, «la niebla en torno a las perspectivas económicas mundiales se ha espesado», de modo que las señales positivas que alumbraron a principios de 2023 se han apagado «en medio de una inflación obstinadamente alta y las recientes turbulencias en el sector financiero». En su nuevo informe sobre Perspectivas económicas globales, publicado ayer en Washington, en su reunión de primavera, el FMI traduce este clima de incertidumbre financiera en una leve revisión a la baja del ya anémico crecimiento mundial previsto para este año y el próximo (hasta el 2,8% y el 3% respectivamente, una décima por debajo de lo que se apuntaba en enero para cada caso) pero advierte de que si el estrés bancario, que ahora parece embridado, se desboca, el recorte será algo mayor, arrastrado a la baja por las economías desarrolladas. «Eso está bajo control, por ahora, pero nos preocupa que esto pueda dar lugar a una desaceleración más aguda y elevada si las condiciones empeoran significativamente», advirtió el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.
«La cuestión fundamental a la que se enfrentan los participantes del mercado y las autoridades es si estos hechos recientes son un preludio de más tensión sistémica que pondrá a prueba la resiliencia del sistema financiero mundial –una señal de alerta– o simplemente una manifestación aislada de las dificultades que provoca el endurecimiento de las condiciones monetarias y financieras tras más de 10 años de abundante liquidez», señala el FMI en su Informe de Estabilidad Financiera Global, publicado también ayer. Pero las amenazas no llegan solo del sector financiero, de modo que «las posibilidades de un aterrizaje forzoso [de la economía] han aumentado considerablemente», advierte el informe del FMI.
Debilidad mundial
El posible empeoramiento de las tensiones en el sector bancario y su contagio, un mayor deterioro de las condiciones financieras, problemas de deuda soberana, un agravamiento de la guerra en Ucrania, nuevas alzas de alimentos y energía o la persistencia de la inflación subyacente, son solo algunos de los riesgos que contribuyen a espesar la niebla que envuelve a la economía global.
De momento, el pronóstico de referencia para la economía mundial, que asume que las recientes tensiones financieras están contenidas, es que el crecimiento mundial caiga del 3,4% de 2022 al 2,8% en 2023 (una décima por debajo de lo pronosticado en enero), antes de aumentar lentamente y colocarse en el 3% en 2024, hasta completar el quinquenio. «Se trata de la menor previsión a medio plazo en décadas», apunta el FMI para subrayar la magnitud de la debilidad económica mundial. Además se advierte de que en un escenario «plausible» con mayor estrés financiero, el crecimiento mundial quedaría recortado al 2025 en 2023 (el crecimiento más débil desde la recesión mundial) y al 1% para las economías avanzadas.
■
«Las posibilidades de un aterrizaje forzoso de la economía han aumentado», advierte el FMI