El PSOE sella su acuerdo con el PP para modificar la ley del ‘solo sí es sí’
▶ El Congreso aprobará el jueves el cambio que los socialistas han pactado con los populares ante el ‘no’ de sus socios La ministra de Igualdad afirma que Feijóo «ha humillado» a Sánchez ▶
Las negociaciones entre el PSOE y el PP sobre la ley del solo sí es sí contrastan con las que los dos partidos mayoritarios han llevado a cabo en otros asuntos tan importantes como la renovación del Poder Judicial. Mientras en esta última cuestión las conversaciones han sido siempre lentas y nunca han llegado a buen puerto, en la reforma de la controvertida norma todo marcha a gran velocidad. El tiempo apremia. La modificación será aprobada definitivamente por el Congreso el jueves, pero para eso los socialistas necesitan a los populares. Sus socios en la coalición, Unidas Podemos, y sus aliados tradicionales en el Parlamento, como ERC y EH Bildu, se oponen a su propuesta, que incluye endurecer las penas para evitar más rebajas de condena de abusadores sexuales. Hasta ahora, más de 1.000 de estos delincuentes se han visto beneficiados por la norma y 100 han salido en libertad.
Fuentes de las direcciones del PSOE y el PP coinciden: las negociaciones marchan muy bien. De hecho, ambas partes sellaron ayer un acuerdo, después de que el partido de Pedro Sánchez se abriera a pactar con los de Alberto Núñez Feijóo algunas correcciones «técnicas» para garantizarse su apoyo. El pacto puede extenderse en los próximos días a más aspectos de la ley, pero de momento, entre otras iniciativas, el entendimiento incluye volver a considerar como delito la distribución de contenidos que tengan que ver con agresiones sexuales a menores de 16 años.
El acuerdo también se extiende a otras materias: corrige la despenalización por error de la responsabilidad de las personas jurídicas cuando inflinjan tratos degradantes, cambia alguna palabra de la ley («modalidades» en lugar de «circunstancias» para referirse a algunos delitos) y modifica el artículo 178 del Código Penal, que define la agresión sexual y el consentimiento. El PSOE aceptó así varias enmiendas del PP, uniendo ambos partidos sus votos para que la propuesta socialista, que también contó con el apoyo del PNV y Ciudadanos, saliera adelante sin ninguna dificultad en la ponencia del Congreso. Unidas Podemos, ERC, Bildu y Vox votaron en contra. «Las negociaciones están yendo muy bien. El pacto está cerca», señalaron en la dirección del PSOE. Un diputado al tanto de la negociación añadió que el acuerdo ya estaba «hecho». Aun así, mientras los populares otorgaron a los cambios pactados una enorme trascendencia, los socialistas, en parte para no incomodar más a sus socios de izquierda, insistieron en que estos eran meramente «técnicos». El portavoz y vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, lamentó que el Ejecutivo no hiciera caso a su partido «hace siete meses», para haber evitado que la ley rebajara condenas a delincuentes sexuales.
Tardanza
El PSOE se había resistido en un primer momento a reformar la ley con el PP. Desde noviembre, cuando el Gobierno asistió a las primeras rebajas de condenas, Sánchez quiso hacer las modificaciones legales con sus socios de coalición. «Un acuerdo con los populares nos mata», llegaba a decir aquellas semanas en privado alguna ministra socialista. Sin embargo, la reacción social ante la revisión de penas y la salida de la cárcel de algunos violadores, así como la cercanía de las elecciones, llevaron al presidente del Gobierno a ceder en su empeño y pactar con el PP el cambio de la ley para sacar este asunto de la conversación pública. Aun así, tras comprobar que el acuerdo con sus socios de coalición resultaba casi imposible, el PSOE llegó a decir que no pensaba negociar nada con el PP, algo que finalmente tampoco ha sido así. Mientras tanto, UP, principal artífice de la norma a través del Ministerio de Igualdad, ya ha dejado claro que no comparte el enfoque de los socialistas. Los morados no rechazan volver a elevar las penas, pero consideran, al igual que aliados tradicionales del Ejecutivo como ERC y EH Bildu, que la propuesta del PSOE provoca dejar fuera del foco el consentimiento de la mujer a la hora de valorar si ha habido una agresión sexual. Por eso votarán en contra el jueves. En todo caso, ambas partes aseguran que las diferencias no provocará el fin de la coalición.
«El PP ha humillado al PSOE, haciéndole reforzar aún más esa vuelta al modelo penal anterior que basa la credibilidad de la víctima en función de las heridas que la violencia del agresor ejerce sobre ella», señaló la propia Montero.
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