Dimite el viceprimer ministro del Reino Unido, acusado de acoso laboral
▶ La renuncia de Raab supone un duro varapalo para el primer ministro Sunak a menos de dos semanas de las elecciones municipales
El viceprimer ministro británico, Dominic Raab, presentó ayer su dimisión tras la publicación de un informe que confirmaba las acusaciones vertidas contra él por su supuesto acoso laboral a funcionarios durante su paso por diferentes carteras ministeriales. Se trata de un duro golpe para el primer ministro, Rishi Sunak, quien tenía a Raab como uno de sus aliados más próximos y había prometido un Gobierno íntegro tras los escándalos protagonizados por la Administración de Boris Johnson, a menos de dos semanas de las elecciones locales. En una carta difundida a través de Twitter, el también ministro de Justicia explicó que renuncia como se había comprometido a hacerlo si el informe elaborado contenía «cualquier hallazgo de acoso», pese a que rechaza haberlo cometido.
Sunak aceptó la dimisión en una carta en la que expresó su «gran tristeza» y alabó los años de servicio de Raab en diferentes gobiernos. «Pero está claro que ha habido errores en el proceso que han afectado negativamente a todos los involucrados. Deberíamos aprender de esto para manejar mejor estos asuntos en el futuro», añadió. Raab consideró que el investigador que examinó su caso a puesto «demasiado bajo» el listón para hablar de presiones e intimidaciones, lo que puede sentar un «peligroso precedente» y dar pie a otras denuncias «espurias» contra altos cargos.
Las sospechas sobre Raab se remontan a sus etapas como ministro del Brexit (2018), Exteriores (2019-2021) y en su primera época anterior al frente de Justicia (entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022), si bien la investigación comenzó en noviembre de 2022. Antiguos compañeros relataron situaciones de intimidación y malas formas, lo que ha quedado por escrito en un informe, que aún no ha visto la luz pero ha aumentado la presión sobre Raab y sobre el primer ministro. «Creo que es importante cumplir mi palabra», dijo Raab, que se había comprometido a dar un paso atrás si las pesquisas le atribuían algún tipo de exceso. En su carta a Sunak, defendió sin embargo su labor, alegando por ejemplo que un ministro debe ejercer una «supervisión directa» cuando hay situaciones relevantes, como ocurrió en su caso «en las negociaciones del Brexit sobre Gibraltar».
Angustia entre los funcionarios
Asimismo, explicó que un ministro también tiene derecho a ser crítico con sus subalternos, «dentro de unos límites razonables». En este sentido, lamentó el «estrés o la ofensas no intencionadas» que hubiese podido generar, pero resaltó que el informe no ha constatado ninguna situación de insultos, gritos o «intimidación física».
Según publicó en noviembre The Guardian, el nombramiento como titular de Justicia de Raab provocó una gran angustia a los trabajadores del ministerio, algunos de los cuales se llegaron a plantear dejar su puesto de trabajo. Los funcionarios describieron la instauración de una «cultura del miedo» en el seno de un servicio dirigido por un «tirano» «maleducado» y «agresivo». The Sun’, indicó por su parte que Raab habría lanzado tomates durante un ataque de cólera en una reunión, un gesto que negó su portavoz. Raab es el tercer ministro que ha abandonado el Gobierno de Sunak, lo que supone una nueva mancha en la promesa del ‘premier’ de mostrar «integridad, profesionalidad y responsabilidad». En noviembre, renunció el ministro sin cartera Gavin Williamson y en enero Sunak destituyó al presidente del Partido Conservador Nadhim Zahawi.
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«Deberíamos aprender de esto para manejar mejor estos asuntos en el futuro», lamenta el ministro