Casas de alquiler virales
Llega a España este híbrido tiktokero entre el ‘¡Hola!’ e Idealista. Te paran por la calle y te piden que les enseñes tu casa. Dos cuentas virales hacen ‘house tours’ por Barcelona.
Vas andando por la calle intentando llamar menos la atención que el emérito en Sanxenxo y de golpe te encuentras enseñando tu casa a la humanidad como si te hubiera poseído el espíritu de Isabel Preysler. Es la última moda en TikTok: entrar en la casa de la gente de a pie. House tours: nuevo híbrido tiktorero entre el ¡Hola! e Idealista.
La cosa va así: un chico te para por la calle, se presenta enseñándote su cuenta viral de TikTok antes de que salgas pitando, y te lo pregunta a bocajarro: «¿Cuánto pagas de alquiler?». Si sigues ahí y das una cifra, pasará a la siguiente pregunta: «¿Me puedes hacer un tour por tu casa?».
«Sí, pregunto a extraños para grabar su casa, lo sé», se confiesa Dean Martin en su minibiografía de TikTok. Así se llama este paparazi inmobiliario. @iamdeanmartin, en redes. «Creador digital», se presenta, 19 años. Estrenó sus cuentas hace apenas seis meses. Tiene 41.000 seguidores entre TikTok e Instagram. Lleva 13 «episodios», los denomina. Habrá abordado a más de medio millar de personas. La mayoría son casas de Barcelona, aunque también ha callejeado por París. Uno de sus house tours supera los dos millones de visualizaciones.
Esta tendencia tiktokera viene de Nueva York. Se la inventó un youtuber con currículum viral, Caleb Simpson: 10,5 millones de seguidores entre TikTok, Instagram y Youtube.
Colgó su primer house tour hará ocho meses. Los clics se dispararon en cuanto se topó con una inquilina que pagaba de alquiler 650 dólares. La visita a su microzulo lleva más de 45 millones de visualizaciones.
Hace seis meses que esta moda llegó a España. Dean Martin colgó su primera casa viral en octubre. «200 euros al mes», le dijo que pagaba de alquiler un tipo por la calle. «¿200 al mes en Barcelona? –los comentarios empezaron a echar humo–. Sí, claro, y yo soy el Papa». El vídeo ya tiene 1,7 millones de visualizaciones entre Instagram y TikTok.
Dean ahora sale a cazar inquilinos tres o cuatro veces por semana. Suele gastar suela por plaza de Catalunya, la Rambla, Universitat. ¿Por qué está tan de moda? «Porque nos gusta saber cómo vive otra gente», responde. Los vídeos que más gustan –apunta– son «los que más morbo dan». El tour de los dos millones de visualizaciones es de una casa que quita el hipo: el anfitrión –dice a cámara– la compró por medio millón de euros. No es lo habitual. La mayoría de los house tours de Barcelona son de pisos compartidos. Llevamos ya casi 40 minutos pateando paseo de Gràcia. Nada. Un par de intentos fallidos. No es fácil, te avisa Dean. Hay hasta quien ha salido corriendo al preguntarle si era un mal momento para hablar. De 60 personas a las que para por la calle –calcula–, tres le dicen que sí y luego dos ni siquiera le contestan al Whatsapp. (La mayoría de anfitriones suele posponer el house tour). Así que el reto de encontrar a alguien que nos enseñe su casa al momento –también ante las cámaras de EL PERIÓDICO– parece tan improbable como que Albert Rivera fichara a Toni Cantó.
El milagro sucede en Portal de l’Àngel. Dean tantea a tres veinteañeros. «Hace un minuto hablábamos de ti», se ríen ellos. Resulta que se conocen de las redes. Dos son influencers: Teo (@teovizuete, más de 123.000 seguidores en TikTok) y Pau (@paujoanmiquel, 22.000), que precisamente ahora está de okupa en el salón de Teo. «1.170 euros», responde Teo. Es lo que pagan de alquiler entre cuatro. El piso está por el Camp Nou. Que sí, que sí, que nos lo enseñan. ¿Ahora?, ¿seguro? Por si acaso, les metes a todos en un taxi mientras esperas poder pasar el ticket en el trabajo como «secuestro». Veinte minutos y estás en el sofá de unos ya no tan desconocidos. Un detallado house tour, con su tenderete en el salón, zapatillas en las estanterías, okupa con guitarra y batallitas de «noches complicadas» con ositos de peluche gigantes.
No, Dean no vive de sus house tours. Trabaja en un restaurante y en un bar, explica. «Estoy haciendo esto por ayudar a la gente». Habla como un Spiderman inmobiliario. Ya hay quien le manda mensajes para ver si puede ayudarle a encontrar piso. Espera poder expandir sus tours tiktokeros por más ciudades. «Lo que quiero –adelanta– es dar a conocer la situación de hispanohablantes en el mundo».
Las apariencias engañan
«¿Qué?, quieres ver mi casa, ¿no?». Ya hay quien se adelanta a la pregunta. La otra cuenta española que viraliza casas anónimas es un portal inmobiliario: Meit. Está revolucionando las redes con el mismo ímpetu que el último saludo de Bisbal. Es una start-up de Madrid con apenas ocho meses de vida. «En los últimos siete días, hemos tenido un alcance de dos millones de cuentas en Instagram», detalla Jaime Cerezo, fundador del portal. Su house tour más visto – 12 millones de visualizaciones– es de un piso de Sant Gervasi.
Empezaron con los house tours en diciembre. Ya tienen más de 350.000 seguidores entre Instagram y TikTok. La mayoría de casas son de Madrid, aunque ya han enseñado cuatro en Barcelona. «Tenemos 20 noes, 30 noes, y de repente uno dice: ‘¿Y esto qué es?’. Le tienes que enseñar la cuenta». No se fían. «Nos hemos encontrado con gente que llama a una amiga para que esté al teléfono mientras grabamos».
¿Anécdotas? «Hemos barrido más de lo que pensáis», se ríe Jaime. ¿Lo que más les ha sorprendido? «Lo curiosa que es la gente cuando enseñas una casa ajena». ¿La moraleja inmobiliaria? «Las apariencias –añade–, como bien dice el dicho, engañan. Gente que parece que no va a vivir en una casa muy allá y alucinas con el casoplón que tiene». Tenía razón Andy Warhol: «Todo el mundo en el siglo XXI tendrá sus 15 minutos de fama –confirma Jaime–. En este caso, en TikTok».
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