El Periódico - Castellano

Ter Stegen premia la reinvidica­ción de Ferran

- MARCOS LÓPEZ

Con el resultado fetiche de siempre (1-0), sostenido por un portero que frustró la mejor versión de Griezmann, y permitiend­o que el gol del exdelanter­o del Manchester City tuviera más valor que nunca. Así construyó el Barça de Xavi ante el Atlético un paso más hacia la deseada Liga.

Quebró, al fin, el Barça esa mala racha que le perseguía en los tres últimos partidos. La quebró cuando más lo necesitaba para mantenerse lejos en el liderato de la Liga, haciendo ahora cuentas para saber el día y el lugar donde puede festejar el tan deseado título.

ARAUJO, UN COLOSO.

No es solo lo que defiende sino lo que proyecta en ataque. Aguantó al Barça en un mal inicio donde el Atlético no solo tenía el control del encuentro. Tenía hasta la pelota, incapaces como eran los azulgranas de descodific­ar a Griezmann, el faro del cholismo. El central uruguayo, que ya fue coreado por el Camp Nou en el minuto 21, por encima incluso del nivel de adhesión que se mostró en el 10 para recordar a Messi, estuvo a la altura de lo que demandaba la soleada y festiva tarde barcelones­a. Andaba Araujo atento a la indolencia con la que se ve a Koundé como lateral. Estaba preocupada por los desajustes de Marcos Alonso, el zurdo que le acompañaba. Corrigió, y bien, a todos, antes de sacarse un pase largo al espacio para que corriera Raphinha, prólogo del gol de Ferran.

EL MEJOR GRIEZMANN TOPA CON EL MEJOR TER STEGEN.

Entró en el partido a lo grande. Ni un minuto y el larguero de Ter Stegen retumbaba. Como el Camp Nou. Griezmann aprovechó una excelente presión sobre Busquets –hasta tres rojiblanco­s agobiaban al capitán azulgrana– para colocarse en la frontal del área donde se inventó un monumental disparo que sorteó la gigantesca figura del meta alemán. Pero Ter Stegen tuvo suerte de que la madera le librara del gol del Atlético.

Era un primer aviso. Serio aviso porque, además, Griezmann no se conformaba con eso. Una internada de Carrasco por la banda izquierda, quien supo rentabiliz­ar la lentitud de Koundé, más incómodo que nunca como lateral derecho, permitió al delantero francés disparar, en posición forzada, pero con mucho veneno. Topó entonces con la mano del portero azulgrana. Una parada que era un tesoro cuando el partido estaba igualado. Dejó en la segunda mitad un remate de espuela Antoine, que tuvo luego una respuesta extraordin­aria de Ter Stegen.

FERRAN, PRIMER TIRO A PUERTA, GOL DECISIVO.

Estaba inicialmen­te desubicado, como consecuenc­ia de que el Atlético entró mejor en el partido. Pero el Barça reaccionó. Xavi apostó por Ferran y este se lo devolvió en un momento tan delicado de la temporada y, quién sabe, si hasta de su futuro en el Camp Nou. ¿Cómo? Con un gol que quizá vale ya definitiva­mente una Liga. Todo muy rápido, vertical al máximo, necesitado como andaba el Barça. Ferran ajustó su mirilla y disparó con intuición, además de acierto. Un tiro a puerta del Barça en los primeros 45 minutos, un gol. ¡Para qué más! Luego Ferran se reinvidicó con su celebració­n enseñando el nombre que luce en la espalda.

DOS EXTREMOS, TRES CENTRALES, CUATRO CENTROCAMP­ISTAS.

Empezó Xavi con extremos. Y terminó con centrocamp­istas. Empezó con Raphinha y Ferran. Y acabó luego con Pedri en el eje del juego ofensivo. Jugó la media hora final con una línea de tres centrales –Koundé en la derecha, Araujo, en el eje, y Eric– porque Balde volaba por la izquierda, mientras rellenaba el técnico azulgrana el centro del campo con ese cuadrado que tanto le gusta teniendo en la base a Busquets y De Jong. En la parte superior cohabitaba­n Pedri y Gavi. Movió y removió la pizarra Xavi para intentar domar un encuentro en el que el Barça recuperó la luz con Pedri y Frenkie. Y Ferran rescató la sonrisa perdida.

 ?? Jordi Cotrina ?? Ter Stegen se anticipa a Griezmann, ayer, en el Camp Nou.
Jordi Cotrina Ter Stegen se anticipa a Griezmann, ayer, en el Camp Nou.

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