El Senado apoya la reforma del ‘sí es sí’ y cierra la herida en el Gobierno
La Cámara alta no toca ningún punto de la ley orgánica de garantía integral de libertad sexual pactada entre PSOE y PP
La reforma de la ley del solo sí es sí va camino del BOE. El Senado aprobó ayer de forma definitiva el cambio en el Código Penal para agravar el castigo a los delincuentes sexuales: la alianza del PSOE con el PP lo ha permitido. Tras la aprobación, el Gobierno confía en dejar atrás el trauma y superar la grave fractura que esta cuestión produjo con Unidas Podemos y sus socios parlamentarios.
Socialistas, populares, PNV,
UPN y Ciudadanos apoyaron la modificación, que fija un doble escalón penal para castigar de forma más grave las agresiones sexuales que se perpetren utilizando violencia, intimidación o con la voluntad de la víctima anulada.
El paso de la proposición de ley por el Senado ha sido un visto y no visto y culmina sin cambios. Trámite exprés de cuatro días en los que no se ha tocado ni una coma del texto que llegó del Congreso, para disgusto de ERC, Junts y Bildu. Los socialistas se han escudado en que es urgente dar una respuesta a la sociedad y a las víctimas, pero es innegable que también hay voluntad de enterrar el escándalo que ha sucedido a las revisiones de rebajas de condena de agresores sexuales. Y más ante la inminencia de las elecciones.
Confrontación
Ningún miembro del Ejecutivo quiso ayer estar presente en el Senado tras el mal trago de la semana pasada en el Congreso de los Diputados, donde el PP celebró con efusividad haber posibilitado la reforma ante la cara de circunstancias de las ministras socialistas y de «tristeza» de las de Unidas Podemos.
Con la reforma aprobada, los partidos del Ejecutivo necesitan dejar atrás la mayor crisis de la coalición de gobierno.
Pero el debate en la Cámara alta, el último, estuvo marcado por la confrontación y los reproches,
una extensión más del cruce de acusaciones al que hemos asistido estos meses. Ignominia, soberbia, populismo, electoralismo, injusticia, prepotencia, desprecio, irresponsabilidad, fanatismo, grave error, paso atrás, reacción, falta de rigor, instrumentalización del feminismo, retroceso, exigencia de dimisiones... Hubo ataques de todos los colores señalando a unos y a otros, aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, fueron los destinatarios de las críticas más ácidas y virulentas.
Socialistas arrepentidos
El PSOE, autor de la proposición de ley de reforma del Código Penal, fue el que más recibió, tanto desde la izquierda como desde la derecha. Y eso que intentó abordar el debate en un tono conciliador, reconociendo que había un error en la ley, pidiendo perdón y defendiendo, según el senador José María Oleaga, que ha querido buscar el acuerdo para resolver la «evidente alarma social» que han provocado las revisiones de penas. ■