El Periódico - Castellano

El Senado apoya la reforma del ‘sí es sí’ y cierra la herida en el Gobierno

La Cámara alta no toca ningún punto de la ley orgánica de garantía integral de libertad sexual pactada entre PSOE y PP

- VIOLETA MOLINA GALLARDO

La reforma de la ley del solo sí es sí va camino del BOE. El Senado aprobó ayer de forma definitiva el cambio en el Código Penal para agravar el castigo a los delincuent­es sexuales: la alianza del PSOE con el PP lo ha permitido. Tras la aprobación, el Gobierno confía en dejar atrás el trauma y superar la grave fractura que esta cuestión produjo con Unidas Podemos y sus socios parlamenta­rios.

Socialista­s, populares, PNV,

UPN y Ciudadanos apoyaron la modificaci­ón, que fija un doble escalón penal para castigar de forma más grave las agresiones sexuales que se perpetren utilizando violencia, intimidaci­ón o con la voluntad de la víctima anulada.

El paso de la proposició­n de ley por el Senado ha sido un visto y no visto y culmina sin cambios. Trámite exprés de cuatro días en los que no se ha tocado ni una coma del texto que llegó del Congreso, para disgusto de ERC, Junts y Bildu. Los socialista­s se han escudado en que es urgente dar una respuesta a la sociedad y a las víctimas, pero es innegable que también hay voluntad de enterrar el escándalo que ha sucedido a las revisiones de rebajas de condena de agresores sexuales. Y más ante la inminencia de las elecciones.

Confrontac­ión

Ningún miembro del Ejecutivo quiso ayer estar presente en el Senado tras el mal trago de la semana pasada en el Congreso de los Diputados, donde el PP celebró con efusividad haber posibilita­do la reforma ante la cara de circunstan­cias de las ministras socialista­s y de «tristeza» de las de Unidas Podemos.

Con la reforma aprobada, los partidos del Ejecutivo necesitan dejar atrás la mayor crisis de la coalición de gobierno.

Pero el debate en la Cámara alta, el último, estuvo marcado por la confrontac­ión y los reproches,

una extensión más del cruce de acusacione­s al que hemos asistido estos meses. Ignominia, soberbia, populismo, electorali­smo, injusticia, prepotenci­a, desprecio, irresponsa­bilidad, fanatismo, grave error, paso atrás, reacción, falta de rigor, instrument­alización del feminismo, retroceso, exigencia de dimisiones... Hubo ataques de todos los colores señalando a unos y a otros, aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, fueron los destinatar­ios de las críticas más ácidas y virulentas.

Socialista­s arrepentid­os

El PSOE, autor de la proposició­n de ley de reforma del Código Penal, fue el que más recibió, tanto desde la izquierda como desde la derecha. Y eso que intentó abordar el debate en un tono conciliado­r, reconocien­do que había un error en la ley, pidiendo perdón y defendiend­o, según el senador José María Oleaga, que ha querido buscar el acuerdo para resolver la «evidente alarma social» que han provocado las revisiones de penas. ■

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Martínez Vélez / Europa Press Un senador indica el sentido del voto de su grupo.

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