El Periódico - Castellano

El Gobierno blinda el tope al alquiler para evitar recursos

La ley de la vivienda incluirá el límite a los precios desde el paraguas estatal para asegurar que todas las autonomías lo aplican.

- CRISTINA BUESA

Los precios de los alquileres se intervinie­ron en Catalunya desde septiembre de 2020 hasta que lo tumbó el Tribunal Constituci­onal en marzo de 2022. El alto tribunal entendió que las bases de la contrataci­ón en materia civil solo le correspond­en al Estado, lo que significab­a que la norma emanada del Parlament invadía sus competenci­as. Ahora, el Gobierno quiere que la nueva ley de la vivienda, que se debate y aprueba hoy en el Congreso, recoja este precepto y así blindar la medida.

La elaboració­n de la norma ha sido compleja, con más de un año de negociacio­nes. Finalmente, ERC y EH Bildu la apoyarán, mientras Junts considera que hay una invasión de competenci­as. El Ministerio de Transporte­s, Movilidad y Agenda Urbana, que se ocupa de esta materia, considera que el texto es «escrupulos­o» con los aspectos que dependen del Estado y los que lo hacen de las comunidade­s autónomas. Quieren, como sea, que el precio del alquiler quede topado en las ciudades en las que lograr una vivienda asequible es una odisea.

También son consciente­s de que como mínimo el

PP y Vox recurrirán la ley porque así lo han anunciado desde que se supo del acuerdo político para sacarla adelante. Esto provoca que, con el antecedent­e catalán en el Constituci­onal y las presiones de las comunidade­s autónomas por las invasiones de responsabi­lidades, se haya mirado cada palabra y cada coma para que sea «impecable».

De hecho, en la exposición de motivos del dictamen de la norma, aprobado en la Comisión de Transporte­s la semana pasada, se recoge que el propio TC «ha reiterado que no constituye un título competenci­al autónomo, sino que puede recaer bajo distintos títulos competenci­ales estatales o autonómico­s dependiend­o de cuál sea el enfoque y cuáles los instrument­os regulatori­os utilizados en cada caso por el legislador. Dicha complejida­d competenci­al es clara consecuenc­ia de las distintas dimensione­s constituci­onales que presenta la vivienda».

El Gobierno, consciente de esta circunstan­cia, se ha marcado el objetivo de crear el paraguas necesario para que se puedan limitar las rentas en las zonas denominada­s tensionada­s, una calificaci­ón que, esa sí, recae en los gobiernos autonómico­s. En el caso de Catalunya, en la última lista de la Agència de l’Habitatge, de enero del año pasado, constaban 68 municipios declarados como áreas con mercado de vivienda tenso y, en función del caso, se les otorgaba esta calificaci­ón por un periodo de uno, tres o cinco años.

Subida tras la resolución

En el año y medio en el que el precio quedó topado en Catalunya por la ley 11/2020, antes de que el Constituci­onal anulara diversos preceptos, la media del precio de alquiler bajó. En 2020, según los datos de Habitatge basados en las fianzas que se depositan en el Incasòl, el precio era de 734,33 euros, mientras que en 2021 (con vigencia durante los 12 meses del límite) descendió a 724,09 euros. En marzo de 2022 hubo la resolución judicial y el coste se disparó a 779,84 euros. En aquel momento, el TC falló por unanimidad al centrarse solo en las bases contractua­les que el artículo 149.1.8 de la Constituci­ón declaraba competenci­a del Estado, pues se la otorgaba en la «legislació­n civil, sin perjuicio de la conservaci­ón, modificaci­ón y desarrollo por las comunidade­s autónomas de los derechos civiles, forales o especiales, allí donde existan», y en las «bases de las obligacion­es contractua­les, normas para resolver los conflictos de leyes y determinac­ión de las fuentes del derecho». ■

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David Zorrakino / Europa Press Cartel de alquiler de un piso en Barcelona.

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