Springsteen, Spielberg y Hanks comparten hotel de lujo en BCN
Las tres celebridades se encontraron ayer en el Gran Hotel La Florida, en el Tibidabo Los Obama llegaron por la tarde a BCN
5. ‘HUNGRY HEART’ (’The River’, 1980)
Y suena el redoble y las cabezas empiezan a decir que sí, que sí, o que no, que no, a ritmo. Si el lugar está vacío, se llena. Si la persona está pocha, sonríe. ¿Por qué? Porque todo el mundo tiene un corazón hambriento. Compuesta inicialmente para los Ramones,fue el primer gran single de The River. Hungry Heart envuelve en el celofán de un piano contagioso y una batería básica una letra que va de uno que se marcha, se equivoca de camino, apechuga, sigue tirando y piensa en que todo el mundo tiene un corazón hambriento, pero también en que todo corazón hambriento necesita una casa. M. O. 10. ‘BADLANDS’ (‘Darkness On The Edge Of Town’, 1978)
Imbatible himno de rock proletario. Tras un periodo de silencio forzado por un feo pleito con su antiguo mánager, Springsteen abandona la épica juvenil de sus primeros discos para retratar la heroica lucha cotidiana de quienes tratan de mantener vivo el fuego de los ideales en un mundo sin alma al que todo le importa un carajo. El sonido se endurece, los versos se hacen tensos y desafiantes y los fieros solos de guitarra y saxo nos advierten de que el protagonista está dispuesto a estrellarse una y otra vez contra el muro hasta que uno de los dos se resquebraje. R. T.
Con fans tan famosos como él mismo, Bruce Springsteen ha convertido sus conciertos de Barcelona en un punto de encuentro con amigos celebrities, que no solo estarán invitados como a su espectáculo, sino que comparten sus ratos de ocio en la capital catalana. El Gran Hotel La Florida, de cinco estrellas gran lujo, en el Tibidabo, ejerce de punto de encuentro con el director de cine Steven Spielberg y con el actor Tom Hanks. También Barak Obama, que aterrizó ayer en Barcelona, se unía al grupo. En el hotel elegido por el Boss, desde el miércoles se ha montado un gran despliegue de seguridad para garantizar privacidad.
Fuentes cercanas señalan que este establecimiento, moderno pero en un edificio histórico, y alejado del centro urbano es su alojamiento de referencia en la ciudad porque su entorno permite un blindaje de vigilancia. Desde allí planifica pocos movimientos, ya que Springsteen se caracteriza por la discreción y se deja ver lo mínimo. Prefiere atrincherarse en las instalaciones y utilizar a todo tren el room service o peticiones diversas a domicilio, huyendo de multitudes y evitando a toda costa llamar la atención. Sus asistentes personales no lo están teniendo fácil en estos primeros días para encontrar restaurantes adonde acudir, del máximo nivel y con disponibilidad de mesas y en suficiente grado de intimidad.
La feria Seafood que se celebra en Barcelona ha disparado la ocupación de muchos hoteles y ha llenado de CEO de decenas de empresas los mejores alojamientos y restaurantes. Así, al menos un intento de reserva (improvisado) para la estrella del rock en un tres estrellas Michelin no fue posible la noche del miércoles.
En el mismo hotel, el Boss está disfrutando de la compañía de Spielberg, de Hanks (según fuentes próximas) y sus parejas, que también se han alojado allí, con impresionantes vistas de Barcelona y todas las comodidades. Anoche, todo apuntaba a que parte del grupo tenía previsto cenar en un restaurante céntrico, a una hora muy tardía.
Para ello se desplegó un fuerte operativo de seguridad que acompañaría a este grupo super-VIP. Al cierre de esta edición estarían en camino y se especulaba con que el Boss descansase en el hotel.
Solo entran los huéspedes
El acceso a las instalaciones comunes de La Florida es ahora mismo infranqueable para cualquier persona que no tenga una habitación reservada. Hay guardias de seguridad y filtros de acceso por los cuatro costados. Según fuentes del ámbito del espectáculo, el músico tenía previsto disfrutar de una actuación de flamenco en el mismo hotel, aunque finalmente esta contratación fue cancelada.
La Florida se construyó en 1924 como un hotel elitista y con las mejores vistas de la época. La Guerra Civil y otras coyunturas han provocado que cambiase de uso o permaneciese cerrado en varios periodos. Pero desde 2001 resurgió totalmente rehabilitado como hotel boutique. En épocas previas de esplendor albergó a Ernest Hemingway, James Stewart, George Sanders, Rock Hudson, la princesa Fabiola y el príncipe Balduino de Bélgica, entre otras celebridades. Más recientemente, también se ha convertido en la elección de muchos famosos por su ubicación en un entorno tranquilo y donde es más sencillo montar dispositivos de seguridad.
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Todo apuntaba a que parte del grupo de estrellas cenaría casi de madrugada en un restaurante del centro