Expertos sostienen que Afinogenova sigue haciendo propaganda en España
▶ La oposición a Putin y los especialistas en desinformación rusa niegan que la colaboradora de Iglesias en sus medios de comunicación se haya convertido en una voz crítica con el Kremlin
Ni la oposición rusa ni los expertos en desinformación del Kremlin dan credibilidad alguna a la renuncia de Inna Afinogenova a RT por, supuestamente, disentir de su línea editorial y por no estar de acuerdo con la guerra en Ucrania. Unos y otros insisten en que si verdaderamente se hubiera convertido en una voz crítica con Moscú, denunciaría las gravísimas prácticas del canal en el que ha trabajado durante años, pediría disculpas y criticaría públicamente a sus antiguos jefes, algunos de los cuales han llegado a realizar en antena llamamientos al genocidio.
«Pese a su pretendida denuncia de la guerra, lo cierto es que en la práctica, el discurso de Afinogenova sigue bien alineado con el Kremlin, y contribuye al esfuerzo de la diplomacia rusa para quebrar el apoyo occidental a Ucrania», asegura Nicolás de Pedro, jefe de investigación del Institute for Statecraft y experto en desinformación rusa. «Afinogenova insiste en que no puede ser más explícita en su denuncia de la guerra y del régimen de Putin porque podría arriesgarse a severas penas de cárcel o que su familia en Rusia afronte dificultades, pero no tiene reparos en insistir en que la situación en Europa es igual y que ‘ambos bandos reprimen a las voces críticas’; es llamativo que insista en esa narrativa de equiparación mientras disfruta de la libertad de expresión y de las garantías jurídicas que ofrece la democracia española... que le permite lanzar críticas muy explícitas a los gobiernos occidentales sin mayor preocupación», continua De Pedro.
El analista cree que su dimisión sería «más creíble» si incluyera en sus críticas a sus antiguos jefes: «Es llamativo que Afinogenova no tenga reparos en señalar a tuiteros comunes, pero no tenga nada que decir ante algunas declaraciones extraordinariamente agresivas de su antigua jefa, Margarita Simonián, ni tampoco ante las recurrentes llamadas al genocidio de los ucranianos en los medios rusos». Esto último le sirve de argumento a De Pedro para arremeter contra la equidistancia