Gobierno y Generalitat se no logran cerrar el convenio de la B-40
La nueva reunión entre el Gobierno y la Generalitat para acordar los términos del convenio de la B-40 acabó ayer sin acuerdo. A pesar de que supuestamente cada vez están más cerca de firmar, aún perfilan los «aspectos técnicos y jurídicos», en palabras de ambas partes, que se refieren a cómo dibujar y cómo pagar el tramo entre Terrassa y Sabadell (Vallès Occidental). Representantes de Presidència, encabezados por la secretaria general, Núria Cuenca, y de Territori, con el secretario general, Joan Jaume Oms, y el sectorial, Marc Sanglas, regresaron al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, para acercar posiciones en un asunto que ha provocado varios encontronazos entre los gobiernos.
«Hemos seguido avanzando y confío en llegar a un acuerdo», aseguró ayer el secretario de Transportes, David Lucas, tras un encuentro de más de una hora y media. «Hemos vuelto a constatar que hay voluntad para llegar a un acuerdo. Estamos en los detalles. Todas las diferencias son salvables», interpretó Núria Cuenca. Desde el Govern, con el ‘conseller’ Juli Fernàndez en contra del proyecto, se insistió en que el acuerdo debe incluir una vía de financiación alternativa a la disposición adicional tercera y, además, que no sea una vía de alta capacidad, sino una «ronda».
Tanto Lucas como Cuenca confirmaron que en eso sí hay fumata blanca y el recorrido se pagará con fondos de los Presupuestos. Los dos equipos se reunieron por primera vez el 17 de abril en Madrid. Antes simplemente se habían cruzado correos electrónicos, a pesar de que el límite en el calendario que se habían autoimpuesto ERC y PSC en la firma del acuerdo era el primer trimestre, que se había agotado el 30 de marzo. Ambas partes salieron satisfechas, porque el ministerio aceptó buscar en su propio presupuesto los 200 millones que costarán los seis kilómetros de la B-40.
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