Muere Clemente Serna, el abad que abrió Silos al mundo
El religioso, famoso internacionalmente por los discos de canto gregoriano del monasterio, falleció en Madrid, donde residía a causa de una larga enfermedad.
Clemente Serna, quien fuera abad del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos) entre 1989 y 2012, ha fallecido a los 76 años y será inhumado este sábado en la abadía burgalesa. Tras su renuncia al cargo, Serna llevaba varios años residiendo en el priorato de Montserrat de Madrid, monasterio dependiente de la comunidad silense, donde era cuidado por la enfermedad que padecía desde hacía años.
Clemente Serna, nacido en la localidad burgalesa de Montorio en 1946 y ordenado sacerdote en 1971, combinó la dimensión espiritual de la vida monástica con la potenciación del papel cultural del histórico cenobio, con iniciativas como exposiciones de arte contemporáneo, la creación de la asociación de Amigos de Silos, retiros o jornadas de debate y reflexión. A ellas (y gracias también al talante acogedor del abad) acudieron numerosas personalidades como José María Aznar (con una relación que empezó durante su presidencia de Castilla y León, aunque el abad decía que su relación era como la de cualquier otra familia que visitase el cenobio), Jacques Delors, Rafael Alberti o el príncipe Felipe de Bélgica, que era su ahijado. Pero el éxito más insospechado fue el que supuso encaramar las voces de los monjes al número 1 de la lista internacional de discos más vendidos de música clásica, llegando a vender siete millones de copias de sus grabaciones de canto gregoriano. Actividades todas ellas que consideraba formas diversas de «evangelización».
La diócesis de Burgos destacó, tras conocerse su fallecimiento, que durante su periodo en el monasterio silense este alcanzó «un gran reconocimiento mundial como centro de evangelización y foco cultural, convirtiendo su canto gregoriano en una insignia internacional». Serna fue maestro de novicios en la abadía de San Pablo Extramuros de Roma, doctor en Teología por el Pontificio Ateneo de San Anselmo de Roma y diplomado en Archivística, Paleografía y Arqueología Cristiana. También formó parte de un grupo de reflexión formado por abades de toda Europa, el Grupo de Chevetogne. A pesar de que el cargo de abad es vitalicio en las distintas congregaciones de la orden benedictina, Serna dimitió voluntariamente en 2012 y fue relevado por el abad Lorenzo Maté.
Prestigio internacional
El presidente de Castilla y León, Alfonso F. Mañueco, manifestó que esta comunidad «estará siempre en deuda con Don Clemente, que convirtió el Monasterio de Santo Domingo de Silos en un centro religioso, artístico y cultural de primera magnitud nacional e internacional». En una entrevista publicada en EL PERIÓDICO en 2006, el abad Serna definía así la función de las comunidades monásticas en la actualidad. «Son necesarias, son una llama encendida que puede transmitir luz a una sociedad que se deja arrastrar por las prisas y no vive en paz y en serenidad con los demás».
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