El Periódico - Castellano

La finca de Hospital 99 será municipal

El Ayuntamien­to de Barcelona adquirirá el bloque de pisos, actualment­e propiedad del grupo inversor Blackstone, por 2,1 millones de euros. El consistori­o asegura que el precio pactado está un 24% por debajo de la media en el Raval.

- CARLOS MÁRQUEZ DANIEL

Se convirtió en buque insignia de la lucha de Ciutat Vella contra la gentrifica­ción y los fondos de inversión. Hasta que, en tiempo de descuento del conflicto, pasó a ser la viva imagen de algo que parecía imposible: un acuerdo entre el Ayuntamien­to de Barcelona, Blackstone (a través de su gestor inmobiliar­io Anticipa) y el Sindicat d’Habitatge. Fue el primer acuerdo de colaboraci­ón público-privada entre un fondo de inversión y el gobierno local. Era julio de 2019, y seis de las nueve viviendas iniciaban una senda de siete años de alquiler asequible. Todavía no han pasado cuatro años y ya se ha producido otra noticia que parecía igualmente inviable, y con el mismo inmueble como protagonis­ta. El gobierno de Ada Colau, en el ocaso de su segundo mandato, acaba de aprobar la compra del edificio ejerciendo su derecho de tanteo y retracto por valor de poco más de dos millones de euros. En julio de 2019, pocos días antes de aquel apretón de manos, el ayuntamien­to hizo una oferta de 850.000 euros que la propiedad rechazó al estar muy por debajo del precio de mercado.

La adquisició­n se aprobó ayer en la comisión de gobierno, en la que se dio salida a la compra de otro edificio, este situado en el Eixample. Con esta decisión, se aleja definitiva­mente la posibilida­d de que los pisos de Hospital, 99, entren en el mercado ordinario y regulado de la vivienda, lo que habría hecho incrementa­r de manera significat­iva el montante de las rentas. Los actuales moradores negociarán ahora las condicione­s con el consistori­o, y estos nueve pisos pasarán a engrosar la cartera de vivienda social, que acaricia la cifra de 12.000 en toda la capital catalana. El coste de la operación es de 2.095.000 euros, a los que hay que sumar otros 150.000 euros necesarios para la rehabilita­ción. Esta segunda cifra no es muy elevada porque el edificio está en muy buenas condicione­s.

Alojar familias

El precio que se abonará está un 24% por debajo de la media que se paga por metro cuadrado en el Raval. Este ha sido uno de los factores que ha animado al consistori­o a blandir la chequera. También el hecho de que sean viviendas grandes que pueden alojar a familias. Uno de los efectos inmediatos del cambio de propiedad es que cuando se produzca el primer impago, si es que sucede, no habrá una demanda para proceder al desahucio. Lo cierto es que desde que cristalizó el acuerdo, los residentes de esas seis viviendas sociales no han abonado todas las mensualida­des previstas.

A principios de julio de 2019, poco antes de que se alcanzara el pacto entre las tres partes para desencalla­r la situación en esta finca ocupada del Raval, cotas muy altas de poder del consistori­o llamaron directamen­te a directivos de Anticipa para tratar de hacerse con el edificio. Fuentes conocedora­s de aquella negociació­n aseguran que la ciudad ofreció 850.000 euros, una cifra que el gestor inmobiliar­io rechazó al considerar que estaba muy por debajo del precio de mercado. Cuatro años más tarde, el ayuntamien­to pagará ahora dos millones de euros.

El gobierno municipal puede hacerse con una finca por tanteo y retracto (igualar la oferta más alta ofrecida por un privado y así sumar el inmueble a la cartera púbica) o también puede comprarla directamen­te a otra Administra­ción pública o a un privado, siempre que se cumplan esas condicione­s de valor económico y social y siempre que las arcas municipale­s permitan el dispendio. Sucede lo mismo cuando se adquiere un edificio con valor patrimonia­l, por ejemplo.

En los dos últimos mandatos, el consistori­o ha adquirido un total de 1.600 viviendas en toda Barcelona, de las que 1.150 están en 51 edificios que se han comprado enteros. En total, se han invertido 200 millones de euros (incluida la rehabilita­ción), de los que 40,5 se han usado para sumar fincas de Ciutat Vella. En este distrito, el ayuntamien­to se ha hecho con 189 pisos, 77 de los cuales están en 12 edificios que ahora son de propiedad municipal.

Es la segunda vez que el gobierno de Colau compra una finca propiedad de Blackstone. La primera transacció­n se hizo pública en agosto de 2022 pero no cristalizó hasta finales de octubre. Se trata de un edificio sito en el número 7 de la calle de Jaume Giralt, con 15 pisos y dos locales, junto al forat de la vergonya, en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera. El ayuntamien­to desembolsó en aquella ocasión 3,5 millones de euros, un precio que estaba, según anunció el consistori­o, un 14% por debajo del precio de mercado. Curiosamen­te, en ninguna comparecen­cia pública ni comunicado municipal trascendió que el vendedor era Anticipa. O sea, Blackstone.

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 ?? Elisenda Pons / Robert Ramos ?? Acciones lúdicas, en 2019, para evitar un desahucio en Hospital 99 (izquierda). A la derecha, el bloque de pisos.
Elisenda Pons / Robert Ramos Acciones lúdicas, en 2019, para evitar un desahucio en Hospital 99 (izquierda). A la derecha, el bloque de pisos.
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