Hansen lleva al Barça a otra final europea
El equipo azulgrana se planta en su cuarta final en 5 años tras empatar con el Chelsea.
Objetivo cumplido. Eindhoven ya tiene estampado en uno de sus vestuarios el escudo del Barça. La cuarta final de la Champions en cinco años –y la tercera consecutiva– es una realidad para las azulgranas. Después de remar 180 minutos contra un Chelsea combativo e incómodo, el conjunto de Jonatan Giráldez puede respirar tranquilo. El gol de Graham Hansen en la ida fue clave para que la diana de la noruega en el Camp Nou sentenciara el pase a la final. El 3 de junio estará en la final en la que quieren quitarse la espina amarga de Turín.
El partido no fue cómodo para el Barça. Las azulgranas cedieron el guion del partido al Chelsea. Pese a que las locales tuvieron 20 minutos de control durante el primer tiempo, las inglesas pusieron el partido donde querían. Las ocasiones que colocaron contra las cuerdas a Berger fueron desde fuera del área. Con la defensa del Chelsea hundida en su propia área para atajar las emboscadas culés, las de Giráldez tuvieron que aprovechar los espacios libres en la frontal, pero ninguno de los intentos vio portería.
Mientras la pelota azulgrana fluía sobre el césped, aunque sin tener un peligro real sobre la portería de Berger, el Chelsea se graduó en el arte de perder el tiempo en el Camp Nou. Las británicas aprovecharon cada encontronazo para rascar minutos en el marcador. La que con más descaro ejerció ese papel fue la portera blue Berger. En distintas ocasiones se echó al suelo, doliéndose de la piernas, para que sus compañeras corrieran a la banda a escuchar a Emma Hayes mientras era atendida por los servicios médicos del club.
El encuentro, en los últimos minutos de la primera parte, fue trabado. El balón dejó de bailar al son de las culés y se encontró con un escollo. Las acciones no acababan con la pelota saliendo por la línea de fondo o de banda, sino con el silbato de la colegiada castigando un contacto. Las azulgranas se empezaron a desesperar, conscientes de que ese juego favorecía al Chelsea, pero llegó el descanso y las aguas se calmaron.