Las empresas alemanas sufren para cubrir sus plantillas en España
Las 1.400 compañías con matriz germana emplean a unos 218.000 trabajadores
La escasez de determinados perfiles laborales no es solo un mal que aqueja a las empresas españolas. La preocupación por la carestía de trabajadores –cualificados y no cualificados– entre las corporaciones alemanas con sede en España se ha duplicado en los últimos meses y ya se sitúa como su segundo mayor dolor de cabeza. Así lo refleja el informe realizado por la Cámara de Comercio Alemana, presentado el pasado jueves en Barcelona y que también deja constancia del optimismo generalizado entre sus compañías, que prevén aumentar sus inversiones y contratar a más gente.
El clima empresarial ha mejorado sustancialmente en los últimos meses. Los empresarios han pasado de dar por segura una recesión en Alemania durante 2023 que pudiera arrastrar a media Europa a centrarse en competir para captar a los empleados que precisan. A los directivos germanos dicen faltarles perfiles de todo tipo en un país con 3,1 millones de desempleados: camioneros, conductores, soldadores, mecatrónicos o ingenieros informáticos, entre otros. Según los datos publicados la semana pasada, la preocupación por la escasez de mano de obra cualificada se ha duplicado entre otoño y esta primavera. Esta cuestión ha pasado de preocupar al 25% de las compañías germanas con sede en España al 49% en solo unos meses.
Hasta hace poco muchas de estas compañías trataban de captar perfiles para luego convencerlos que se marcharan a Alemania. Hoy pugnan por llenar las vacantes de sus filiales aquí. En España operan unas 1.400 empresas con matriz alemana, facturan anualmente unos 75.000 millones de euros y emplean a unas 218.000 personas. Ejemplos de ello son supermercados como Lidl, farmacéuticas como Bayern o informáticas como T-Systems.
Buenas expectativas
Mientras la preocupación por la disponibilidad de mano de obra crece, desciende notablemente la que generaban la energía o el abastecimiento de materias primas (como los microchips), que hasta hace poco parecía que iban a hundir los balances económicos de más de una corporación. El otoño pasado la escasez de productos representaba la primera preocupación de las empresas alemanas en España, figurando en el top 1 de temores del 73% de estas sociedades. Hoy ese miedo ha caído hasta el 41% y preocupa más que el mercado sostenga la demanda suficiente para comprar los bienes y servicios que producen.
Los empresarios alemanes también han normalizado el precio de la energía. Dicha cuestión ha pasado de preocupar al 64% de las compañías entrevistadas por la Cámara al 36%.
Los temores de meses anteriores se han diluido, también entre los alemanes, y las posibles derivadas de la guerra en Ucrania no han sido tan catastróficas para las economías occidentales como se temió en su momento. El porcentaje de corporaciones germanas que califican de «mala» su situación ha disminuido a la mitad en los últimos meses y responde al 4,1% de los encuestados. El resto ve la actual coyuntura como «buena» o «satisfactoria».
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