Los centros de FP, sin recursos para atender a alumnos con dificultades
Los institutos catalanes de Formación Profesional alertan sobre las carencias que están provocando el abandono masivo de estos estudios. En estos momentos, se estima que un 40% de los alumnos que los empieza no los termina.
La lista de posibles motivos tras las alarmantes cifras de abandono en la Formación Profesional de grado medio –un 40% de los alumnos que los empieza no los termina– es larga; pero, hablando con profesionales que trabajan con estos chavales, hay un elemento que siempre aflora: la falta de apoyo para atender la (mucha) diversidad. Los ciclos formativos de grado medio son los estudios a los que, finalizada la ESO, se deriva a la gran mayoría de chicos y chicas con dificultades de aprendizaje (causada por motivos muy dispares) detectados durante la etapa obligatoria. Sin embargo, esta derivación de «casos» [es una evidencia que en los ciclos de grado medio la proporción de alumnado diverso es mucho más alta que en la ESO] no está acompañada de los recursos necesarios para atenderla correctamente.
Tirar la toalla
Los Equipos de Asesoramiento y Orientación Psicopedagógica (EAP), que atienden las dificultades de aprendizaje, solo cubren de forma sistémica a los alumnos en su etapa obligatoria. Al pasar a la posobligatoria (FP lo es), el acceso a este recurso capital se esfuma y, sin el acompañamiento necesario, muchos de estos chicos y chicas tiran la toalla. Desde el Departament d’Educació aseguran que los EAP «intervienen a demanda de los agentes implicados», aunque admiten que la FP no es la prioridad de estos equipos.
Esta falta de atención individualizada coincide con otro de los puntos débiles de la FP: aulas con hasta 33 alumnos. «Es decir se suma todavía más complejidad», critica Jesús Martín, responsable de FP en UGT, quien denuncia que no hay un traspaso de la información entre centros al hacer el paso de la ESO a la FP, algo que sí existe cuando al pasar de primaria a secundaria. «Si los centros tuvieran los expedientes de los chavales les sería algo más fácil. En la situación actual, en la mayoría de casos tienen que empezar de cero. Un equipo docente tarda como mínimo cuatro meses en detectar que ese alumno tiene unas necesidades especiales», prosigue Martín.
Coincide en el diagnóstico Carles López, director del Institut de l’Esport de Barcelona, quien tiene claro que para poder atender a la diversidad es necesario cambiar el modelo. Defiende que la solución debería pasar por grupos más pequeños y codocencias.
En cuanto a las altas cifras de abandono en los ciclos medios, está también convencido del motivo: «La poca rigurosidad a la hora de dar el título de la ESO por el miedo de los centros educativos a que se les cuelgue la etiqueta de que son ellos los que fracasan». Y prosigue López en su diagnóstico: «Pasan jóvenes a grados medios sin las competencias necesarias, y des