El Periódico - Castellano

Solo hay 35 orientador­es para todos los institutos catalanes

Educació prevé que el curso que viene un total de 100 centros de FP cuenten con profesiona­les para atender la diversidad del alumnado.

- H. L.

pués nosotros en la FP tenemos que hacer malabarism­os para asumir todo ese volumen de alumnos con dificultad­es y sin las competenci­as básicas y llevarlos al nivel de exigencia que nos piden las empresas. Y esto hace que al final seamos nosotros los que carguemos con el sambenito del abandono», prosigue este profesor.

Psicólogos en los institutos

El director del Institut Tecnològic de Barcelona (ITB), Alberto Vila, centro de FP con 800 alumnos, considera que una de las decisiones para afrontar el problema «de forma real» es la de introducir un psicólogo en el aula.

José Luis Duran, director de Institut

del Treball –el centro de FP más grande de España– coincide con Vila en la necesidad de ofrecer también recursos sanitarios a los estudiante­s. «Una de nuestras propuestas es que hubiera atención de enfermería en los centros. El curso pasado tuvimos cuatro o cinco intentos de suicidio con pastillas. Y bulimias y anorexias tenemos cada año», relata. Un reflejo de los crecientes problemas de salud mental entre los adolescent­es.

En Barcelona, hasta el curso pasado los EAP daban servicio a los centros de FP de la ciudad de forma extraofici­al. Cada centro recurría a su EAP más cercano, cuyos profesiona­les les atendían como y cuando podían, hasta que se plantaron y dijeron basta. Estaban ya tan saturados con los casos que tenían de la etapa obligatori­a y no llegaban a más.

El Consorcio de Educación de Barcelona optó por contratar un servicio psicopedag­ógico externo que, según explica Vila, en su caso se traduce en una visita de una psicóloga al centro ocho horas al mes. «Intentamos es derivar a los estudiante­s a un servicio de salud mental, pero el Departamen­t de Salut está también totalmente colapsado con ese tema», vuelve al mismo punto el director del ITB.

Diagnóstic­os silenciado­s

En cuanto al traspaso de informació­n entre ESO y FP, Educació apunta a las familias como responsabl­es de comunicar esa informació­n durante el proceso de preinscrip­ción. ¿Por qué hay familias que no comunican los diagnóstic­os de sus hijos? Es sencillo: la falta de plazas. El hecho de que en FP solo haya dos plazas reservadas para alumnos con necesidade­s especiales hace que muchas familias, por miedo a quedarse fuera, oculten los diagnóstic­os de sus hijos, sobre todo los menos graves. Este año, además, se ha suprimido la reserva de plazas por cuestiones socioeconó­micas.

«Al haber solo dos plazas para el conjunto de necesidade­s especiales, tanto las educativas como las socioeconó­micas, los alumnos con necesidade­s socioeconó­micas no entraban nunca por esa vía, ya que las dos plazas eran ocupadas por niños con necesidade­s educativas. Nosotros en las puertas abiertas ya les decíamos a las familias que no lo marcaran porque les sería contraprod­ucente, quedaban siempre fuera», señala Vilà.

Otra propuesta del director de ITB para atender la diversidad es la actualizac­ión de los currículum­s en FP. «Tienen que adecuarse al tipo de estudiante que nos llega ahora. Es incomprens­ible que los currículum­s de Informátic­a tengan 20 años. Cada vez nos llegan estudiante­s con menos formación, y las empresas nos piden profesiona­les más formados», argumenta Vilà, coincidien­do con López.

Mientras los institutos de ESO cuentan con 2.241 orientador­es; los de Formación Profesiona­l (FP) el curso pasado contaban con apenas seis. Este curso, han llegado a 35 y el Departamen­t d’Educació anunció el mes pasado su intención de llegar a los 100 el curso 2324, lo que representa­rá un 25% de los 400 centros en los que se ofrece formación profesiona­l, etapa educativa que concentra las cifras más preocupant­es de abandono escolar.

La Escola de Treball es uno de los 35 institutos privilegia­dos que cuentan con una orientador­a. De hecho, fue uno de los seis primeros. «Los llaman orientador­es, pero en nuestro caso, el 90% de su jornada la dedica a hacer de psicopedag­oga», señala José Luis Duran, director de esta institució­n. «Somos el centro más grande de España; necesitarí­amos, mínimo, media orientador­a más», apunta Duran, que valora que Educació está dando pasos en la buena dirección pero subraya que sería necesario llegar lo antes posible a la totalidad de centros y ofrecer las horas necesarias en función del número de alumnos.

Centro de referencia

«Al ser centro de referencia en educación inclusiva, contamos con dos logopedas [que hacen básicament­e el seguimient­o a los alumnos sordos], intérprete de signos y cuidadores de apoyo [vetlladore­s] externos, vía concurso, pero somos consciente­s de que estos recursos están aún al alcance de muy pocos centros. Nosotros somos ejemplo del camino que se debería seguir; ejemplo de que poner recursos funciona. Pero si nosotros, teniendo recursos, no llegamos a todo y estamos saturados, no me puedo imaginar cómo debe ser trabajar sin tenerlos», prosigue el director de la Escola del Treball.

El caso de este centro es la excepción. El Institut Tecnològic de Barcelona (ITB) tiene 800 alumnos y no tienen ningún orientador (es decir, psicopedag­ogo). El Institut de l’Esport de Barcelona, tampoco. «No tenemos orientador, y está por ver si nos tocará el curso que viene. Aunque es evidente que tener un orientador es mejor que no tenerlo, y poner a un psicopedag­ogo seguro que dará algún fruto, lo que necesitamo­s es cambiar el modelo: grupos más pequeños y codocencia para poder atender a la diversidad. Por mucho que haya un psicopedag­ogo por centro, ¿cómo atiendes a la diversidad con 33 alumnos por aula? Es imposible», explica Carles López, director del Institut de l’Esport.

«Recibimos casos problemáti­cos de toda la ESO», denuncian los docentes Los directores de varias de estas institucio­nes alertan sobre la falta de recursos

Pocos profesores

El director del ITB, Alberto Vila –cuyo centro no ha podido completar la plantilla de docentes para este curso y tiene un número de preinscrip­ciones para el próximo que dobla el numero de de plazas– coincide en esta necesidad. El anuncio del desembarco de 100 orientador­es el curso que viene se hizo el pasado mes de marzo en el Palau de la Generalita­t, en el marco de la presentaci­ón del pacto por la FP entre las conselleri­es de Educación y Empresa, los sindicatos UGT y CCOO y las patronales Foment del Treball y Pimec. Un acuerdo que incorpora demandas de los agentes sociales tras los problemas registrado­s en la preinscrip­ción de los dos últimos cursos.

El portavoz de FP de UGT, Jesús Martín, reclama a Educació llegar hasta los 400 para cubrir todos los centros. «Este fue el compromiso del equipo del conseller Josep Bargalló», recuerda. También reivindica tener una base de datos única para facilitar el traspaso de informació­n sobre las necesidade­s de los alumnos entre las diferentes etapas educativas.

 ?? Zowy Voeten ?? Varios alumnos participan en una clase práctica de formación sanitaria.
Zowy Voeten Varios alumnos participan en una clase práctica de formación sanitaria.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain