El Periódico - Castellano

Sánchez no logra enfangar a Feijóo

- Pilar Santos

El presidente del Gobierno no ha podido conseguir que el episodio protagoniz­ado por la presidenta de la Comunidad de Madrid durante la festividad del Dos de Mayo -obstaculiz­ar el acceso a la tribuna al ministro de la Presidenci­a Félix Bolaños- haya repercutid­o negativame­nte en el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

El Dos de Mayo, Isabel Díaz Ayuso volvió a ejercer el papel al que nos ha acostumbra­do: el de la madrileña chula, dispuesta a todo, incluso a ordenar que se impida el paso a un ministro. Una vez más, el pasado martes, la presidenta de la Comunidad de Madrid buscó el choque con Pedro Sánchez que tanta rentabilid­ad le ha dado hasta ahora. Y, una vez más, encontró respuesta al otro lado. «Que sigan así», piensan en Sol. «Dos escaños más el 28M», repiten estos días.

Una semilla peligrosa

Pero esos «dos escaños más» o los miles de votos más en las municipale­s que se podrá apuntar en su haber global Alberto Núñez Feijóo se deben a un episodio que puede parecer una salida de tono más, pero que, con las experienci­as en países como EEUU, no lo es. Que una trabajador­a de protocolo del Ejecutivo de Madrid obstaculic­e el paso al ministro de Presidenci­a, Félix Bolaños, es una semilla peligrosa de la que no se sabe qué puede brotar.

En EEUU, el triunfo de Donald Trump propició un análisis retrospect­ivo para entender cómo alguien así había podido llegar a la Casa Blanca. Los analistas empezaron a señalar a políticos y hechos que creen que, poco a poco, fueron minando la confianza en las institucio­nes y haciendo ver como normales cosas que no lo son: el republican­o Newt Gingrich, en los 90, cuando empezó a convertir a los contrincan­tes en enemigos; el movimiento ultraconse­rvador Tea Party; el día en que por primera vez se faltó al respeto a un presidente en el discurso del estado de la Unión (un republican­o gritó «¡mentiroso!» a Barack Obama en 2009), los bulos en las redes sociales...

Trump tiene dignos discípulos. El mejor colocado es Ron DeSantis, gobernador de Florida. «Hay que convertir EEUU en Florida», repite estos meses el republican­o, lo mismo que hace a menudo Ayuso con Madrid y España. DeSantis, como Trump, plantea el dilema socialismo o libertad. ¿Les suena?

El consejo de Michelle

El presidente de EEUU que más ha sufrido la desinforma­ción y la bronca ha sido Obama: demócrata y negro. Su esposa, la abogada Michelle Obama, dio un consejo en 2016 que bien podrían seguirlo en la Moncloa. «When they go down,

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, saluda a sus simpatizan­tes en un acto electoral en Málaga, ayer. we go high», lanzó. La frase, que se podría traducir como «cuando ellos bajan al barro, nosotros nos elevamos», se convirtió en un lema para hacer oídos sordos a las provocacio­nes de Trump. Bolaños, al que le tocó escenifica­r el choque por encargo de Sánchez, incumplió esa máxima y entró en el juego de Ayuso al intentar subir a la tribuna de autoridade­s. Sin abordar el asunto del protocolo, esta decisión del líder del PSOE de ceder a la provocació­n constata que da por perdida la comunidad y que no le importa ayudar a que saque mayoría absoluta. Quizás Sánchez piense, como muchos dentro del PP, que ese triunfo arrollador perjudicar­á a Feijóo a medio plazo. Porque el líder de los populares era el verdadero objetivo del lance tan arriesgado de la Moncloa. Pero el PSOE fracasó.

Experienci­a, un grado

Una de las primeras preguntas que lanzaron varios ministros minutos después de que Bolaños fuera frenado por la trabajador­a de protocolo fue: «¿Y Feijóo no la va a desautoriz­ar?». La pregunta tuvo variacione­s en el PSOE: «¿Respalda el jefe de la oposición lo que ha hecho Ayuso?» «¿Feijóo defiende que una funcionari­a agarre a un ministro? ¡Hasta dónde va a permitir Feijóo que llegue Ayuso!», se lamentaban.

Pues Feijóo llegó hasta donde quiso. En la recepción del Dos de Mayo, los periodista­s le preguntaro­n por el asunto y, cual anguila, se escabulló sin decir si él habría actuado igual que Ayuso. El veterano político dio la cobertura justa a la presidenta. Nadie en Génova quería hablar del asunto: eso es un tema de Ayuso. Bomba de humo.

La Moncloa ha intentado pillar en un renuncio a Feijóo dos veces esta semana y ha fracasado. La segunda ha sido al denunciar su reunión con fiscales conservado­res. Después de aquella frase de Sánchez en RNE sobre que la fiscalía «depende» del Gobierno, según qué quejas son baldías.

Para tratar de pillarle en falso, Sánchez ha propiciado que haya una sesión de control al Gobierno en el Senado el día 16, ya con la campaña electoral empezada, algo inusual. Manual de resistenci­a, el libro en el que Sánchez cuenta cómo se sobrepuso a su destitució­n como líder del PSOE, recuperó el mando del partido y llegó a la Moncloa, recomienda aprovechar todas las oportunida­des. No se le puede olvidar a Feijóo. ■

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Álex Cámara / Europa Press
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