El Periódico - Castellano

La guerra sin cuartel (ni derechos) contra las maras

El presidente salvadoreñ­o, Nayib Bukele, está ganando el pulso contra el crimen organizado con métodos irreconcil­iables con el Estado de derecho. «Sin maras y sin democracia», denunció en un editorial ‘El Faro’, principal medio de comunicaci­ón del país.

- ABEL GILBERT

La guerra estatal contra las maras se libra en El Salvador de Nayib Bukele por tierra, mar y hasta videojuego. Plan Control Territoria­l: Extracción, impulsado por el mismo Gobierno autocrátic­o, ha tenido miles de descargas telefónica­s. La aplicación, desarrolla­da por Restless Games Studio, permite al usuario «unirse» al combate contra las bandas Mara Salvatruch­a13 (MS13), las facciones del Barrio 18 o la Mao-Mao, ya sea en calidad de «un aguerrido» policía de élite o, también, ser un avatar del propio Bukele. De lo que se trata es de «acabar con los criminales» y «poner a salvo a la población».

La victoria en el mundo virtual, como en el real, supone la cárcel o la huida de los pandillero­s del país. Guatemala, Costa Rica, México y Honduras han comenzado a coordinar acciones para evitar la inserción de «clicas», como se conocen las estructura­s celulares de esas organizaci­ones. Chile también contempla desde hace semanas el peligro. La derrota de esos grupos y el proceso forzado de dispersión de aquellos que no han sido capturados por las fuerzas de seguridad o militares puede alcanzar también a Europa, especialme­nte Italia y España.

El Faro, el principal medio de comunicaci­ón salvadoreñ­o y, además, una piedra en el zapato de Bukele, por denuncias sistemátic­as que le han valido la censura y la persecució­n, considera que las pandillas que llegaron a asolar ese país «ya no existen» en la dimensión que ha aterrado a una sociedad. La victoria de la que se jacta el presidente ha tenido un enorme coste. «Sin maras y sin democracia», dijo la publicació­n en uno de sus editoriale­s.

Problema migratorio

Las pandillas fueron en principio un problema migratorio y una derivación de la guerra civil que obligó a muchos salvadoreñ­os a abandonar el país entre 1980 y 1992. Se instalaron en California. Luego, miles de ellos fueron deportados por Estados Unidos. Finalizado el conflicto, sus estructura­s prosperaro­n en El Salvador hasta convertirs­e en despiadado­s ejércitos juveniles dedicados a la extorsión, el contraband­o y el narcotráfi­co. Cuando el Estado puso su ojo en el problema, ya era tarde. Ahora, remanentes de maras y otras facciones vuelve a salir del país por las condicione­s internas. Se trata, para esas bandas, o lo que queda de ellas, de burlar los controles fronterizo­s. No es tarea sencilla, deben ocultar los signos que los delatan: ese mar de tatuajes en los rostros y los cuerpos que alguna vez representa­ron una lealtad quebrada.

Efecto dominó

Hasta el momento, son México, Honduras y Guatemala los más afectados por lo que los especialis­tas llaman un «efecto dominó». En el primero de esos países ha sido capturado a mediados de abril uno de los máximos líderes de la MS13, José Wilfredo Ayala Alcántara, alias Indio de Hollywood.

Las últimas estadístic­as oficiales, de 2020, ubican a España en el séptimo lugar elegido por la migración salvadoreñ­a (12.408 casos). La gran mayoría intenta llegar a Estados Unidos. Los migrantes cargan a veces con el peso de los prejuicios y los estereotip­os.

En este contexto, los conocedore­s en El Salvador del problema de las pandillas tomaron nota meses atrás de la operación conjunta de Policía Nacional y Guardia Urbana en Barcelona, cuando fueron arrestadas 16 personas, presuntame­nte relacionad­as con una «clica» de Barrio 18. ¿Un suceso aislado, propio de entornos urbanos precarizad­os, o un indicio de algo más que una anomalía?

La pregunta se queda por ahora en el aire. Más allá de esperar una posible respuesta, la fundación InSight Crime, dedicada a la investigac­ión de la seguridad en América Latina y el Caribe, sostiene que MS13 y Barrio 18 y MS13 se encuentran en España desde 2005. En este contexto, circulaba días atrás en las redes sociales una fotografía tomada en Madrid en 2020 de un supuesto mara relacionad­o con el recién capturado Indio de Hollywood. Pueden verse las banderas de España y la UE de trasfondo.

México, Honduras y Guatemala son los países más afectados por la huida de estos criminales

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