El intruso conveniente
Un fan de Laura Borràs copia en un tuit el versículo 23:34 de Lucas («Padre, perdónales porque no saben lo que hacen»), se supone que para poner en evidencia a todos aquellos (ERC, pero también Junts y la CUP) que han abandonado a la expresidenta del Parlament a la suerte de la Junta Electoral Central (JEC). La interesada asume las palabras de Jesús y no tiene mayor reparo en retuitearlo. Podría parecer que la política catalana es un manicomio. Sin embargo, no lo es. Todo lo contrario. El sistema funciona eficazmente porque, como sabemos, es perfectamente posible escribir recto en renglones torcidos.
El renglón torcido de esta historia es la resolución de la Junta Electoral Central aplicándole a Borràs la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, una ley que está muy por encima del reglamento de una Cámara legislativa. Ciertamente, es académica y políticamente controvertido el hecho de que un elegido condenado pueda perder su escaño antes de que la sentencia sea firme. De todas maneras, eso mismo le sucedió al diputado de la CUP Pau Juvillà siendo Borràs la presidenta del Parlament. Aquel día Borràs ni se inmoló, ni se habría dado por aludida por Lucas 23:24 de ser citado el versículo por los antisistema; simplemente, asumió la decisión de la JEC y punto. No se entiende ahora su sorpresa por la coherencia de sus compañeros de viaje.
Guardianes de la LOREG
La JEC se ha convertido en una espléndida y muy conveniente injerencia externa para resolver aquello que la mayoría del Parlament no se atrevería a materializar. Gracias a los guardianes de la LOREG pasa lo que todos esperan que pase y sin tener que comprometer su voto.
La Cámara hubiera podido asumir su responsabilidad dando luz verde a la propuesta socialista de votar en el pleno estos asuntos, sin embargo, los grupos independentistas prefirieron que el órgano administrativo de la legislación electoral española actuara a petición de Ciudadanos, Vox y el PP. Así que todos encantados con este JEC, 3 – Parlament, 0.
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