Hollywood se queda sin palabras; los guionistas, no
En Nueva York se suceden las protestas de guionistas que con su huelga han paralizado buena parte de toda la industria del entretenimiento de EEUU. Les apoyan nombres reconocibles como Tony Kushner,un peso pesado de la escritura, y la actriz de ‘Sexo en Nueva York’ Cynthia Nixon.
La enorme rata hinchable Scabby, símbolo de las protestas laborales en Nueva York, ha aparecido frente a las oficinas de Netflix en el 888 de Broadway, un poco al norte de Union Square. Desde un altavoz portátil se escucha en un momento a todo volumen a Donna Summer cantando aquello de She works hard for the money (trabaja duro por su dinero). Por la acera, dando la vuelta a la manzana, fluye una marea humana armada, en ingeniosas pancartas y en gritos, con lo que mejor saben usar: el ingenio y la palabra. Porque son guionistas.
Concretamente, son miembros del ala este del Writers Guild of América, el sindicato con 11.500 miembros que el martes, tras negociaciones infructuosas para renovar su contrato con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), que reúne a los grandes estudios y plataformas, iniciaron una huelga que ha paralizado no solo buena parte de Hollywood, sino de toda la industria del entretenimiento de EEUU. Los programas de late night llevan desde el martes en fundido a negro. Los piquetes ya han empezado a alterar rodajes que seguían en marcha.
De momento hay energía. La anterior huelga de guionistas, en 2007 y 2008, se alargó 100 días. Esta, según se temen muchos, va también para largo, y a nadie le extrañaría que se prolongara por lo menos hasta finales de junio, cuando los estudios y plataformas tienen que renovar los convenios con los sindicatos de actores y de directores. La unión (como se dice en inglés sindicato) hace la fuerza.
«Nadie quiere una huelga larga, pero todos queremos un contrato justo y el plan es quedarnos hasta que lo tengamos», explicaba en la escena neoyorquina el miércoles Josh Gondelman, que fue guionista de John Oliver y en el programa en Showtime de los humoristas Desus & Mero. «Los estudios podrían acabar con esto si quisieran