¡Larga (nueva) vida al Texas!
El apoyo popular a la resurrección de la sala de Gràcia supera ya los 100.000 euros. Los espectadores se han volcado con las donaciones y se ha abierto un nuevo plan de financiación popular para alcanzar otros 95.000 euros más para realizar una reforma de más calidad.
La desaparición en los últimos años de muchas salas de cine y teatro de la ciudad ha hecho reaccionar a la gente. El crowdfunding montado por los nuevos responsables del cine Texas está superando todas las expectativas y, de seguir así, alcanzará antes de verano el objetivo de recaudar los 195.000 euros para reformar el local. Hay que unificar las dos salas de cine para crear un escenario con el público a dos bandas para 200 personas. Para ello hay que nivelar la sala primero, construir las gradas y los camerinos. Tras superar con creces la primera fase de recaudación donde ya se han conseguido 100.000 euros a base de donaciones, si el entusiasmo financiero se mantiene será factible alcanzar antes de verano los 95.000 euros, lo que permitirán hacer unas obras de mejor calidad. No está mal teniendo en cuenta que los costes de remodelación y de inicio de la actividad suponen 546.966 de euros. La productora cinematográfica Isona Passola y la productora teatral Anna Rosa Cisquella, de Dagoll Dagom, que gestiona el Poliorama con Tresxtres, tienen ganas de empezar las obras. «Solo nos falta el permiso del Ayuntamiento», aseguran. Cuentan con inaugurar el próximo octubre el Texas como espacio diverso con bar, dos salas de cine y un teatro.
«Nos hemos rodeado de gente joven y con energía», dicen estas veteranas del sector cultural, que se han embarcado en esta aventura con gente más joven: Sem Pons, Rubén García, Andreu Rami y Blanca de Carreras, de BARC; miembros de la Sala Flyhard como Sergio Matamala, Clara Cols, Elisenda Riera. Natàlia Obiols estrecha colaboradora de Cisquella y Joan Teixidor, responsable del plan de negocio e hijo de Passola y del fallecido poeta Jordi Teixidor, completan el equipo.
Todos coinciden en que el nuevo Texas solo funcionará si logra entusiasmar. Por eso valoran tanto la fantástica respuesta al crowdfunding a través de la web www.espaitexas.cat con donaciones a partir de 10 euros. «El crowdfunding funciona de manera brutal», dice Passola. Más de 1.400 personas han financiado hasta ahora parte del proyecto y la mayoría no es del barrio. «Hay gente de todas partes», señalan los nuevos responsables. Una de las cosas que más éxito ha tenido es la venta de las butacas sobrantes de las salas que se reconvertirán en espacio teatral. «Las butacas de cine son demasiado grandes. De las 231 que ofertamos ya no queda ninguna. Lo que tenemos es a gente en lista de espera», explica Rami.
111 años de historia
Casi todos sus compradores tienen una historia que les une al Texas. Cuando está la persiana abierta, varias personas se acercan a curiosear. «Hay mucho interés. Cada día viene gente y pregunta». Algunos, alérgicos al pago online, aprovechan para hacer sus donación en un sobre. «Yo venía aquí cuando era estudiante», recuerda Maria, que se acercó el lunes pasado a recoger dos butacas. Las piensa instalar en una casa pairal cerca de Mollerussa. «En mi época de estudiante, veníamos mucho aquí a las sesiones dobles. Cuando queríamos cine más serio íbamos al Publi», cuenta. El Texas, un local con 111 años de historia que cerró en marzo de 2020, está lleno de recuerdos para muchos. Por ejemplo, la de una pareja de mujeres que tuvo su primera cita allí. Dos años después una de ellas escogió ese mismo cine para declararse. «Pedí que me reservaran la sala un ratito y le pasé un vídeo donde al final le pedía la mano», explica. «Desde luego, seguiremos viniendo cuando vuelva a abrir», afirma. «Hay que proteger el arte y cuidar los locales con alma». Y mientras tanto disfrutarán en casa de dos cómodas butacas de intenso color rojo que colocarán en el recibido.
No es lo mismo pagar 70 euros por una butaca que desembolsar 450 euros por una placa en un asiento con el nombre de alguien. Esta es otra modalidad de crowfunding que, sin embargo, también tiene sus adeptos. Algunos, como los amigos del añorado realizador Agustí Villaronga, fallecido el pasado 22 de enero, se han unido para tenerle presente siempre en el Texas.
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Los promotores aseguran que el nuevo cine solo funcionará si logra entusiasmar Los amigos del realizador Agustí Villaronga se han unido para tenerle presente siempre