Los turistas gastan poca agua más que los barceloneses
Los alojamientos de 4 y 5 estrellas utilizan la mitad que en 2016, cuando se dio a conocer el informe de Barcelona Regional que utiliza el ayuntamiento.
Llevaban semanas afirmando que los datos que utiliza el gobierno municipal de Ada Colau sobre el consumo de agua de los turistas en Barcelona no tenía validez por obsoleto. Los hoteleros aseguraban que el sector ha desplegado tantas medidas medioambientales en la última década que no se le podía atribuir un dispendio del agua como el que reflejaba el informe de Barcelona Regional de 2016, ni otro previo de 2008. Así que la patronal barcelonesa optó por utilizar «la misma metodología» y repetir el análisis este abril y mayo, lo que ha arrojado dos conclusiones relevantes: el gasto en hoteles de cuatro y cinco estrellas (donde era más alto) se ha reducido a la mitad y el consumo medio (163,5 litros diarios) apenas está por encima del hace un barcelonés (104 en su domicilio), si se tiene en cuenta también el que la población autóctona realiza fuera de casa.
Este último punto es difícilmente constatable en datos absolutos, pero lo estiman teniendo en cuenta diferentes parámetros. En cambio, la reducción en estos siete años es patente en base a que se ha tomado una muestra igual (57 hoteles, frente a los 56 de 2016) y contabilizado los mismos elementos. Es decir, alojamientos de las diferentes categorías, cálculos según niveles de ocupación y pernoctaciones, y ajustes del 5% al 15% (según tipo de hotel) para extraer los consumos no imputables a clientes no alojados (por ejemplo, de restaurantes y spas).
163,5 litros al día de media
De ese modo, replican la acusación formulada por Colau de que un turista gasta cinco veces más agua que un barcelonés. A los alojados en cinco estrellas y gran lujo se les atribuían 545 litros por día en 2016. El informe actualizado deja ese consumo en 242 litros. En los de cuatro estrellas pasa de 373 a 171. En categorías más bajas los descensos en estos siete años rondan el 25%.
Ponderando todas las tipologías, la media está en 163,5 litros diarios. El presidente del Gremi d’Hotels de Barcelona, Jordi Clos, recalcó ayer que los resultados son fruto de una larga lista de medidas implantadas en los últimos años y recordó cómo se establecen los promedios. Así, en un hotel se imputan a cada viajero los gastos de agua en su habitación (espera poder segregar este dato a corto plazo), los de las zonas comunes
El consumo en los hoteles de BCN representa hoy el 9% del grifo total de la ciudad
(piscinas, spas, restaurantes, limpieza...) e incluso el riego.
Clos afirmó que si a los barceloneses se les repercutiera también el consumo correspondiente a las duchas que toman en los gimnasios, la limpieza de las fincas, el riego de jardines, las piscinas que utilizan y los restaurantes que frecuentan, este se acercaría al del visitante.
En conjunto, el gasto global de agua en los hoteles de Barcelona representa hoy el 9% del grifo total de la ciudad, frente al 12% que planteaba el estudio de Barcelona Regional. Se cifra ahora en 8.297 miles de metros cúbicos, con un ahorro de 3.000 miles desde entonces.
En este sentido, destacó que las iniciativas de ahorro en los últimos años son múltiples: adecuación de las instalaciones para reciclar aguas grises; instalación de reductores de caudal en grifos y váteres, y de grifería automática en todas las instalaciones; monitorización de consumos, concienciación sobre el uso de toallas y sábanas; reutilización del agua de riego; sustitución de torres de refrigeración; nuevos sistemas de limpieza; recirculación de agua en piscinas; electrodomésticos más eficientes y revisión de cañerías.
Campañas específicas
Pero además, este año, ante la situación de sequía, se han iniciado campañas específicas de concienciación con la colaboración de la Direcció General de Turisme de la Generalitat. Unos carteles con la palabra stop y varias cifras alertan al huésped al cruzar el umbral de su habitación. «La mayoría de ellos, sobre todo en Europa del norte y central, vienen ya muy concienciados y colaboran», enfatizó Manel Casals, director del Gremi d’Hotels de Barcelona. El sector también entregó guías a sus empleados hace dos meses sobre la gestión de este bien.
Entre las medidas que se siguen incorporando destacan los cambios en las duchas para reducir la presión y de ese modo el volumen de agua por minuto, así como la progresiva sustitución de bañeras por duchas. Si antaño las categorías más altas lo exigían, la Generalitat cambió hace unos años su regulación, de modo que la mayoría de hoteles de lujo optan por duchas, «que es lo que prefiere la mayoría de los huéspedes».
La directora general de Turisme de la Generalitat, Marta Domènech, aseguró que su departamento ha trabajado «codo con codo» con el sector para incorporar prácticas sostenibles, sobre todo en año de sequía. Y afirmó que la hostelería es uno de los sectores que más rápidamente han asumido los retos.
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