Una sequía que dura desde 2007
El Espanyol afronta el duelo de mañana en una situación desesperada y con una losa encima de 16 años sin ganar al Barça como local en la Liga. El último triunfo, liderado por Luis García, se produjo en Montjuïc, futuro feudo azulgrana.
Un derbi siempre es una cita especial para los pericos, pero los condicionantes extremos del duelo de mañana convierten el partido en un drama. El Barça puede certificar la Liga y hundir aún más a un Espanyol al filo del abismo. Visto con el prisma optimista, en cambio, los blanquiazules podrían evitar el alirón en el RCDE Stadium y experimentar un subidón en la travesía hacia la salvación. Si hay algún espejo para fijarse, alguna referencia oportuna que sirva de inspiración, hay que trasladarse a 2007, el año de la última victoria local del Espanyol en un derbi en la Liga.
Han pasado más de 16 años desde aquel 3-1 del estadio de Montjuïc que abrió un año ilusionantes para los pericos. Más adelante llegarían las citas inolvidables de la UEFA contra el Benfica o el Werder Bremen que conducirían a la final perdida por penaltis ante el Sevilla en Glasgow. Semanas después, quedaría para el recuerdo la vuelta del derbi en el Camp Nou con el Tamudazo que dejó sin título al Barça (2-2). Eran otros tiempos.
El puñetazo de Rijkaard
Vayamos a ese encuentro disputado en el templo olímpico, futuro feudo temporal del Barça. Los azulgranas, que iban segundos por detrás del Sevilla, buscaban su quinto triunfo consecutivo, mientras el Espanyol de Ernesto Valverde, instalado en la zona media, afrontaba el partido tras caer ante el Madrid y el Recreativo.
El equipo de Rijkaard había ganado en sus cuatro anteriores visitas a Montjuïc y era el claro favorito pese a las bajas de Messi, Deco,
Etoo, Zambrotta y Thuram. Ronaldinho regresaba tras un parón de 22 días causado por un retraso en su retorno de las vacaciones navideñas. Puyol, Xavi o Iniesta tampoco faltaron en el once.
«Lo primero que se me viene a la cabeza al recordar ese partido es el puñetazo de Rijkaard al banquillo. Se habló mucho de aquello. Hasta tuvieron que pagar el destrozo. Que un tío tan tranquilo como él hiciera eso demuestra que dejamos tocado al Barça», rememora Javi Chica, exjugador perico, en una charla con EL PERIÓDICO.
El canterano fue titular en el lateral izquierdo. «Jugamos de tú a tú, sin miedos. Lo pasamos bien. Generamos muchas ocasiones y nos salió todo de maravilla», agrega el canterano, que está completando una gran temporada al frente del juvenil B del Espanyol, con triunfo incluido en casa del Barça.
El Espanyol, sin Zabaleta, pudo contar al final con Tamudo tras superar una gripe. En el minuto tres, el excapitán abandonó su posición de nueve para perseguir a Ronaldinho hasta que logró arrebatarle el balón en la posición de lateral. Esa acción resumió lo que fue el duelo. Con Joan Laporta en el palco, el conjunto de Valverde dio un repaso a un Barça apático.
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