La ley de vivienda moviliza al sector inmobiliario
La certeza de que los alquileres siguen subiendo y los precios de venta tampoco retroceden, de momento, mantiene abierto el debate sobre qué medidas deben implementarse para templar lo que se ha convertido en una gran preocupación La ley de vivienda, que se aprobará este mes y pone el foco en los propietarios para limitar los precios, ha provocado un alud de críticas por parte del sector inmobiliario, convencido de que provocará un efecto contrario al deseado. Su tesis es que muchos dueños de viviendas sacarán sus inmuebles del mercado.
Todas las voces del sector coindicen que la solución pasa indispensablemente por aumentar el parque residencial. ¿Pero, qué propuestas recetan como alternativa? Este diario ha consultado al Col·legi d’Administradors de Finques de Barcelona, al Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria en Barcelona, la consultora del market place inmobiliario especializado en retail Brickbro, así como empresas inmobiliarias con gran cuota de mercado como Don Piso (Emiliano Bermúdez, subdirector general) y Tecnocasa (Lázaro Cubero, director de Análisis del grupo), entre otros, en busca de las medidas clave.
Barcelona no tiene mucho espacio para crecer como ciudad, pero sí recorrido en algunos barrios. El caso más claro es la Marina del Prat Vermell, donde de momento se han planificado unas 12.000 nuevas viviendas, casi la mitad de protección. Otros barrios periféricos tienen potencial para encajar nuevas edificaciones y exprimir la fórmula combinada de promociones con fondos privados, o de colaboración público-privada, al margen de las iniciativas de obra protegida que está desarrollando el ayuntamiento.
Solares a precio módico
El propio exsocio socialista de la alcaldesa Colau comulga con la tesis de Carme Trilla, presidenta del Observatori Metropolità de l’Habitatge, de que la rigidez en la aplicación del 30% destinado a vivienda social no ha funcionado (ha frenado en seco nuevas promociones) y es necesario flexibilizarla según cada caso concreto. El pobre balance (medio centenar de pisos sociales en cuatro años) ha llevado
Frente a la nueva ley enfocada en la propiedad, las patronales del sector y las consultoras privadas abogan por propuestas «alternativas» para paliar el grave problema de la vivienda en Barcelona. Estas pasan por fomentar «a toda costa» la oferta para que las rentas bajen.
a la Associació de Promotors de Catalunya (APCE) a considerar la medida de los Comuns como un «fracaso estrepitoso». El sector pide «menos intervencionismo» y más pisos.
El Col·legi d’Administradors plantea «poner a disposición de promotores y constructores a precio módico solares para edificar vivienda de hasta 60 m² en régimen de alquiler asequible, con un tope máximo de entre 8-9 euros/m²». El ayuntamiento lleva años culpando al Govern de no cumplir con sus responsabilidades en materia de vivienda y obligar a la ciudad a realizar un esfuerzo extra, que se sigue quedando muy corto respecto a la demanda. El sector pide que las administraciones dejen de culparse mutuamente y realicen políticas activas para nutrir el mercado con techo público, en lugar de desplazar las responsabilidades a los propietarios y promotores privados. El primer paso para abordar la crisis es aumentar el parque público, porque «no se han cumplido las promesas electorales y el 2% de vivienda pública en la ciudad es insuficiente», apunta Cubero.
Lo que inicialmente era un reivindicación por parte de los administradores de fincas, es ya un clamor desde todo el sector. Barcelona cuenta con miles de oficinas obsoletas, ubicadas especialmente en edificios de vecinos con usos mixtos (sobre todo en entresuelos) que podrían ser convertidas en hogares, defiende Bermúdez. En paralelo, hace unos meses estimaba que existen 16.000 locales comerciales en desuso por estar situados mayoritariamente en calles de poca vida económica, y con pocas perspectivas de resucitar como tiendas o servicios.
La propuesta es que se estudie con las asociaciones de comerciantes (incluso Barcelona Comerç lo ve con buenos ojos) en qué zonas se podría incentivar el cambio de uso. Se propone que esté condicionado a precios sociales, o a abastecer mercados como el de la población de más edad, que tendría una buena accesibilidad en los bajos. Por contra, la consultora Brickbro calcula que un 30% de la inversión en vivienda se desplazará al retail (en zonas de interés) que no tiene limitaciones y se percibe más segura. También reivindican la reconversión de altillos y estudios
Los promotores juzgan la medida del 30% de «fracaso estrepitoso» y reclaman «menos intervencionismo»
«La habilitación de pisos de alquiler de 30 metros sería una buena fórmula de emancipación»
Los propietarios piden a las administraciones que no les pasen la responsabilidad
que reúnan condiciones habitables mediante reformas.
En la actualidad, miles de espacios han sido habilitados como viviendas y ejercen ese papel pese a carecer de cédulas por cuestiones formales (su metraje o distribución) sin que se trate de infraviviendas. En otros casos, tienen características para poseer la cédula, pero los criterios municipales de densidad residencial lo impiden. Las patronales recuerdan que en la actualidad muchas personas se ven obligadas a compartir techo en habitaciones a más de 500 euros.
La habilitación de minipisos de alquiler en torno a 30 metros podría ser una buena fórmula para la emancipación juvenil, añaden. Si se recalculan densidades, en algunos casos se podría facilitar también la «división de grandes pisos», ante el auge de hogares con un solo ocupante, reclaman.
Las inmobiliarias mantienen que para favorecer un mercado lo bastante amplio es necesario estimular la inversión en viviendas vacías para ponerlas en arrendamiento.
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