«Barcelona debe digitalizar los servicios a los ciudadanos»
Cuando tenía nueve años, su familia se mudó a Montreal. Ha vivido en ciudades como París antes de mudarse a Barcelona, hace un año. Desde que llegó colabora con la consultoría Strategeum, y con Barcelona Global, como directora del International Talent Mon
Fanny Magini, francesa, de 42 años, casada y madre de tres hijos vive desde hace un año en Barcelona, desde donde es la directora del International Talent Monitor, la encuesta de Barcelona Global dedicada a conocer y entender mejor las necesidades y retos de los internacionales que han escogido Barcelona como ciudad para vivir y trabajar. Aquí habla de los suyos.
— ¿Por qué escogió Barcelona?
— Después de haber vivido tanto tiempo en Montreal, ¡queríamos encontrar una ciudad con una temperatura más agradable! Y Barcelona nos pareció la decisión la más lógica ya que ya hablaba castellano. Además, mis abuelos de parte de mi madre eran de Barcelona. Desgraciadamente tuvieron que emigrar por la guerra civil. Escoger esta ciudad era una oportunidad para acercarme a mis raíces, aprender más sobre la cultura y la lengua catalana.
— ¿Qué aspectos de la ciudad destacaría como positivos?
— Geográficamente, el hecho de que Barcelona esté ubicada entre el mar y la montaña es un punto muy positivo para mí. A nivel movilidad creo que poder desplazarse por la ciudad sin coche es una gran ventaja. Al mudarnos, para nosotros era importante intentar descarbonizar nuestro estilo de vida. Me gusta que Barcelona esté poniendo en práctica el concepto de ciudad de los 15 minutos y así poder desplazarnos caminando, en bicicleta o en transporte público.
— ¿Qué otras cosas le gustan de la capital catalana como lugar en el que elegir vivir?
— También me tiene impresionada la apuesta por las Superillas. Creo que permite a las ciudades ser más agradables para sus vecinos, los niños pueden aprovechar más del espacio público y poner más arboles y plantas en el centro de las ciudades permite mejorar la calidad del aire y combatir las islas de calor. El acceso y la calidad de los servicios de salud también son un aspecto positivo. Estamos impresionados con el rigor, la buena organización y en general la puntualidad de los servicios de salud aquí. También aprovechamos la gran oferta y la riqueza cultural de la ciudad, y.noo puedo dejar de mencionar a la gente.
— ¿Le gustan los barceloneses?
— Sí. Siento que aquí la gente es, en general, mucho más relajada y agradable.
— ¿Qué aspectos de la ciudad hay que mejorar? ¿Cómo?
— Desde mi punto de vista, es esencial la simplificación y la digitalización de los servicios a los ciudadanos. Mi experiencia para sacar el NIE fue muy difícil, por ejemplo. Otra cosa que me sorprendió mucho aquí es la cantidad impresionante de botellas de agua que se tiran. En Montreal hay mucha publicidad para que la gente no compre agua embotellada y hay muchas incitativas para rellenar las botellas en espacios públicos. En los restaurantes, se sirve agua del grifo y ¡creo que está muy bien así! Si hay tantas botellas de agua aquí es porque la gente cree que el agua no es de buena calidad.
— ¿Qué espera de la Barcelona de los próximos años? —
Espero que se tome aún más en serio la emergencia climática y que ponga en práctica políticas con alto impacto sobre la protección del medioambiente, la mejora de la calidad del aire, etc. También, que se frene el crecimiento del precio del alquiler y compra de una casa. ¡Tengo ganas de ver los resultados del International Talent Monitor y ver lo que piensan los demás internacionales que viven aquí!
— ¿Cuál siente que es su ciudad? ¿Qué es lo que más echa de menos de las ciudades en las que ha vivido anteriormente?
— Por el momento me siento muy bien aquí y espero que tengamos aún más oportunidades de trabajo que nos permitían quedarnos. Lo que más echo de menos es mi familia y amigos que están en Montreal, Francia, Sri Lanka, América Latina… Pero estamos muy felices de empezar a tener una vida social más interesante y nuevas amistades aquí.
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