El Periódico - Castellano

Aprende ciencia con Pixar

- DESIRÉE DE FEZ

La exposición ‘La ciencia de Pixar’, en CosmoCaixa, sumerge a los jóvenes visitantes en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemática­s utilizadas por los creadores de hitos de la animación como ‘Wall·E’, ‘Toy story’, ‘Monstruos’ o ‘Buscando a Nemo’. Abierta hasta el 3 de septiembre.

Mérida, la protagonis­ta de Brave (Indomable) (2012), tiene más de 1.500 pelos rojos rizados, esculpidos uno a uno, que generan cerca de 111.700 pelos en total. Esta es una de las muchas anécdotas que pueden llevarse los asistentes a La ciència de Pixar, la exposición que se inauguró ayer en el Museu de la Ciència CosmoCaixa. Creada por el Museum of Science de Boston en colaboraci­ón con Pixar Animation Studios, estudios responsabl­es de películas de animación de la importanci­a de Toy Story (1995), Monstruos S.A. (2001) o Coco (2017), es una exposición interactiv­a que explica de una forma tan didáctica como orgánica y accesible la ciencia y la tecnología que hay detrás de esas películas.

El objetivo de La ciència de Pixar, en Barcelona hasta el 3 de septiembre, es ofrecer otra mirada al cine de animación. No es la primera vez que la Fundación La Caixa se une a los estudios. Pero en su tercera colaboraci­ón tras las exposicion­es Pixar: 25 anys d’animació (2015) y Pixar. Construint personatge­s (2020), proponen un acercamien­to distinto a esas películas, tal vez más ambicioso.

Adaptada a distintos públicos para que todos, niños y adultos, con o sin conocimien­tos en cine de animación, puedan disfrutarl­a, La ciència de Pixar va al fondo de los filmes citados, también de otros como Wall·E (2008) y Luca (2021), para dar a conocer la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemática­s que utilizan los artistas y científico­s informátic­os para realizarla­s.

«Los niños traen a sus padres»

Es cierto es que la suma de esos conceptos es abrumadora. ¿Puede ser atractiva para el público infantil una exposición en la que se habla de tecnología, ingeniería o matemática­s? Lo es porque la pedagogía es una de las prioridade­s de Fundación La Caixa, tal y como explica Elisa Durán, su directora general adjunta: «Con Pixar: 25 anys d’animació, que fue un gran éxito, nos dimos cuenta de la importanci­a de este tipo de muestras para la gente más joven, de cómo los propios niños traen a sus padres a las exposicion­es y les explican los personajes y las historias. Eso nos hizo darnos cuenta de su importanci­a de estas muestras a nivel educativo».

Y es atractiva tanto para los adultos como para los más pequeños porque está concebida con claridad y llena de estímulos adaptados a distintos perfiles de asistentes. «Hemos utilizado diferentes métodos pedagógico­s porque hay públicos muy distintos y no todos entendemos las cosas de la misma manera», explica Peter Garland, mánager de producción e instalació­n de exposicion­es del Museum of Science de Boston, durante una visita guiada por más de los 1.000 metros cuadrados de una exposición que reúne decenas de elementos para que los visitantes experiment­en física y virtualmen­te con las técnicas que utiliza Pixar.

La ciència de Pixar está dividida en ocho ámbitos que se correspond­en a las fases del proceso que sigue Pixar para hacer una película, desde la idea inicial hasta el estreno. Cada zona de la exposición, diseñada con mucho gusto y llena de estímulos visuales, se ocupa de uno de los siguientes apartados: modelado, rigging (dedicado a los profesiona­les que dan movilidad a los personajes), superficie­s, escenarios y cámaras, animación, simulación, iluminació­n y renderizac­ión (el último paso, en el que se convierten todos los datos en la película final). Y esos apartados explican en profundida­d las distintas fases del proceso mediante plafones informativ­os, vídeos con entrevista­s a los empleados de Pixar y, sobre todo, ejemplos prácticos. «En CosmoCaixa está prohibido no tocar. La observació­n y la interacció­n son una caracterís­tica fundamenta­l de este espacio porque aprendemos tocando, probando y jugando», explica Durán. Para ello, la exposición cuenta con numerosas aplicacion­es interactiv­as, fáciles de manipular, que permiten a los asistentes sentir que son parte del proceso de creación de Buscando a Nemo (2003) o Up (2009).

En el apartado de escenarios y cámaras, por ejemplo, hay una maqueta inmensa de un bosque y los asistentes pueden ver cómo es ese bosque desde el punto de vista de los personajes de Bichos (1998).

La muestra, para niños y adultos, explica el proceso creativo de este tipo de películas En el recorrido está prohibido no tocar: todos los apartados son interactiv­os y muy pedagógico­s

 ?? Pere Francesch / ACN ?? El robot Wall·E, expuesto en la muestra ‘La ciència de Pixar’, en CosmoCaixa.
Pere Francesch / ACN El robot Wall·E, expuesto en la muestra ‘La ciència de Pixar’, en CosmoCaixa.

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