El Consejo de Europa lanza un registro de daños en Ucrania
▶ La cumbre de Reikiavik asume el compromiso de revitalizar el organismo internacional y ampliar también su dotación económica
La cumbre del Consejo de Europa de Reikiavik se cerró ayer con un acuerdo mayoritario a favor del objetivo central de la cita –la creación de un «registro» de los daños provocados por la invasión rusa de Ucrania–, así como el compromiso de varios de sus miembros –como Alemania– para revitalizar la organización y ampliar su dotación económica.
Cuarenta de los 46 estados miembros suscribieron el acuerdo, con la adhesión de EEUU, Japón y Canadá, asistentes a la cumbre en calidad de «observadores». Entre quienes no lo suscribieron estuvo Hungría, que reincidió así en su distanciamiento o morosidad de cuanto implique la adopción de medidas frente a Moscú. Otros estados miembros del Consejo con relaciones ambivalentes hacia Rusia o fuertes vínculos con el país agresor –como Turquía, Armenia, Serbia y Azerbaiyán– se desmarcaron de la mayoría al declarar que no se plantean «de momento» suscribir el acuerdo.
El registro no será solo un protocolo o banco de datos. Almacenará todo tipo de información y pruebas sobre los daños causados y debe servir de instrumento para hacer responder a los responsables de las pérdidas o daños causados por su actuación en Ucrania y también para indemnizar y compensar a quienes los sufrieron.
Justicia y reparaciones
Se plantea un periodo inicial de aplicación de tres años y tendrá su sede o centro operativo en La Haya, con otra delegación en Ucrania. Es decir, la ciudad neerlandesa donde tiene su sede el Tribunal Internacional (CPI). La lista de los 40 suscriptores incluye países que se muestran partidarios de contribuir al registro, pero deben evaluar aún si se dan las condiciones legales para aplicarlos en su territorio, como Suiza.
Será la «piedra fundamental» para ejercer la «justicia y reparaciones» futuras, en palabras del primer ministro ucraniano, Denys Schmyhal, que representó a su país en Reikiavik, mientras que el presidente Volodímir Zelenski se dirigió a sus líderes vía online.
La foto de familia de los líderes del Consejo de Europa incluyó al alemán Olaf Scholz, el francés Emmanuel Macron, la italiana Giorgia Meloni y el británico Rishi Sunak, además de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. Por parte española acudió el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien en declaraciones a Efe calificó de «fundamental» la creación de ese registro.
Fue ese asimismo el término más utilizado por los líderes y representantes de los países suscriptores del acuerdo. «Es una contribución importante a los esfuerzos internacionales para hacer responder a Rusia por su brutal guerra de agresión», apuntó
Scholz, ante medios alemanes.
Está en el aire cómo se implementará este propósito de la comunidad internacional. Kiev apuesta por emplear bienes rusos en el extranjero para liquidar las reparaciones, recordó Schmyhal. El propio Scholz advirtió en cambio de que esta vía es «compleja» y difícilmente practicable jurídicamente. El canciller alemán se comprometió a incrementar con otros 10 millones de euros la dotación económica de su país al Consejo de Europa. Actualmente, la primera economía europea aporta unos 44 millones anuales, lo que supone cerca de un 10% del presupuesto total de la organización.
Muestra de solidez
El acuerdo para el registro de daños y pérdidas causadas por la guerra tiene aún un largo camino hasta concretarse. Pero el amplio respaldo a esta iniciativa se consideraba en Reikiavik una muestra de solidez para el Consejo de Europa, creado en 1949 para defender los Derechos Humanos y promocionar la democracia. La de la capital islandesa era su cuarta cumbre, en sus más de 70 años de historia y estaba marcada por la exclusión de Rusia de la organización, el año pasado, a raíz del inicio de la invasión de Ucrania. «El Consejo de Europa puede y debe jugar un papel relevante en la rendición de cuentas», dijo la primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdottir.
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Alemania aportará otros 10 millones al organismo con lo que su contribución anual será de 54 millones