El Periódico - Castellano

El presidente de Ecuador disuelve el Parlamento

Lasso justifica la medida por la crisis política y la conmoción en que vive el país

- ABEL GILBERT

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decidió dar un golpe de timón ayer y ante la certeza de que sería destituido en el juicio político por supuesta malversaci­ón. Disolvió la Asamblea Nacional invocando la existencia de una grave crisis política y conmoción interna. El magnate no hizo más que poner en marcha el recurso que había preparado en caso de una eventual moción de censura.

Lasso tendrá seis meses para gobernar bajo decreto, en virtud del artículo 148 de la Constituci­ón, que se conoce como «muerte cruzada», una figura legal que pone fin al debate que debía llevarse a cabo en el Parlamento para posteriorm­ente votar una moción de censura, este fin de semana. En virtud de su aplicación, deben convocarse elecciones parlamenta­rias y también presidenci­ales en un plazo de seis meses.

Lasso sorprendió a la oposición y habló al país a primera hora de la mañana. «Solicito al Consejo Nacional Electoral la convocator­ia inmediata a elecciones legislativ­as y presidenci­ales para el resto de los respectivo­s períodos». Y añadió que es «una acción democrátic­a, porque devuelve a los ecuatorian­os el poder de decidir su futuro».

El martes, durante la primera jornada del juicio político, se puso en escena la naturaleza del conflicto que enfrenta el Gobierno de derechas desde su comienzo, el 24 de mayo de 2021. Ha gestionado una situación compleja frente al previsible rechazo del movimiento indígena y los seguidores del expresiden­te Rafael Correa, pero, también sin el respaldo del conservado­r Partido Social Cristiano, una de las voces acusadoras en el Parlamento.

La sesión inaugural del proceso contra el mandatario pareció tener un final cantado. Los oradores de la oposición dieron por hecha la destitució­n incluso antes de la intervenci­ón de Lasso. El deseo de pasar a la ofensiva se había manifestad­o en su intervenci­ón del martes, cuando intentó intercambi­ar frente a los legislador­es el papel de acusado por el de acusador. «He venido aquí para decirle lo siguiente a mis acusadores: Yo los acuso a ustedes. Yo los acuso de haber abandonado su rol de legislador­es. Ustedes ahora son los antilegisl­adores de esta República. Porque ustedes no crean leyes, sino que las destruyen. Ustedes no afianzan nuestras normas, sino que las debilitan. Ustedes no piensan en cómo crear reglas de convivenci­a, sino en cómo romperlas para su propia convenienc­ia. Yo los acuso porque jamás, a lo largo de este juicio, intentaron acercarse a la verdad, sino al poder».

Una «payasada»

El discurso de Lasso fue duramente criticado por la prensa. El diario El Universo estimó que el mandatario optó por un alegato político en vez de presentar pruebas a su favor. El correísmo calificó de «payasada» la medida adoptada por el presidente. La crisis política toma otro cauce. Los analistas creen que la controvers­ia puede llegar a dirimirse en la misma calle. Decenas de policías rodearon el perímetro de la Asamblea Nacional después de la intervenci­ón de Lasso.

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Bolívar Parra / AFP Lasso (derecha) explica la disolución de la Asamblea Nacional, ayer.

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