El acusado del crimen de Olesa se defiende a pesar de las pruebas
EL PERIÓDICO ha hablado con Juanjo Salvador, que reitera su inocencia y trata de justificar sus versiones contradictorias acerca de su hermana.
Juanjo Salvador Viciana (Granada, 1960) es el vecino de Olesa de Montserrat (Baix Llobregat) arrestado en marzo de 2022 por el asesinato de su hermana Julia, cometido 10 años antes, en noviembre de 2012. La Guardia Civil halló en su domicilio los restos óseos de la víctima, envueltos en plástico y sepultados por una montaña de ropa y objetos personales de Julia.
Los investigadores de la policía judicial de la Comandancia de Barcelona creen que Juanjo la mató, posiblemente de un golpe en la cabeza propinado con un objeto contundente –así lo apunta la autopsia–, y que después ocultó su cadáver. La Guardia Civil lo descubrió después de que un amigo de Juanjo lo delatara tras una discusión durante la cual el propio Juanjo le amenazó con hacer con él lo mismo que había hecho con su hermana: matarla y enterrarla en su casa. Según los policías, cuando los agentes descubrieron el cadáver en su casa, Juanjo no se sorprendió. Ni siquiera preguntó si podía ser Julia, a quien llevaba 10 años sin ver, un tiempo durante el que jamás denunció su desaparición.
En la última década, el investigado ha dado diversas versiones a los vecinos que le han preguntado dónde estaba Julia, a quien habían dejado de ver repentinamente y con quien Juanjo convivió en esta casa de la urbanización de las Ribes Blaves entre julio de 2012, cuando la mujer salió de la cárcel, y noviembre de 2012, cuando la Guardia Civil cree que fue asesinada porque ahí se pierde su rastro. Juanjo ha vivido desde entonces solo en ese domicilio, a escasos metros del cadáver de Julia, semienterrado en una trampilla y cubierto por sus enseres personales. Pero Juanjo afirma que él ignoraba que su hermana estuviera allí. Y que creía que seguía viva.
Sin embargo, a los vecinos les ha explicado versiones contradictorias. Una de las versiones ofrecida por Juanjo es que Julia estaba ingresada en una residencia –o en un centro de monjas– y que había perdido la cabeza. En la segunda versión decía que Julia se había marchado voluntariamente huyendo de la justicia, la misma que ha ofrecido a EL PERIÓDICO. Una tercera versión es que Julia pudo desaparecer al meterse en problemas «con unos moros».
Tras el arresto, Juanjo fue enviado a la cárcel preventivamente. La fiscalía lo acusa de asesinato con el agravante de esconder el cuerpo de la víctima con quien mantenía una relación de parentesco. Pero hace tres semanas, salió a la calle, tal como avanzó este diario, que también ha hablado con el sospechoso, que ha regresado a su casa a la espera del juicio que deberá afrontar por el asesinato de Julia y la ocultación de su cadáver.
— La Guardia Civil cree que mató a su hermana y la enterró aquí.
— Cómo voy a hacer algo así. ¿Voy a matar a mi hermana y la voy a enterrar en mi casa, tan gilipollas me veis? Coño. Que eso es muy retorcido y hay que probarlo. Han preguntado a todo el mundo y todo el mundo ha dicho que no se lo cree. Y mira que han hecho investigaciones y no hay nadie que diga que se lo cree.
«¿Voy a matar a mi hermana y la voy a enterrar en mi casa, tan gilipollas me veis?» «Lo que sí que sé es que yo no he sido. Me echan la culpa y nadie me ha dado el pésame»
— ¿Cuándo desapareció?
— Fue al salir [de la cárcel], y a las dos o tres semanas, nos enseñó una carta de petición de cinco años [de prisión].
— ¿Cuándo supo que su hermana había muerto?
— Coño, cuando sacaron el cadáver. Hasta que no vino la policía para mí mi hermana estaba por ahí. Lo que más me extrañaba, que yo pensaba «esta se ha metido en algún rollo y algo raro», es que no fuera a ver a su hijo. Que no viniera a verme a mí es normal, porque habíamos estado años sin vernos, pero que no fuera a ver al niño, o que no se pusiera en contacto con él.
— ¿Quién cree que lo hizo?
— Creo que fue el Paco [el novio de
Julia enfermo terminal de cáncer que residía en la misma casa y que falleció en mayo de 2013, pocos meses después de la desaparición de la mujer]. Porque el Paco la sacó de la cárcel y tenía una enfermedad muy jodida y mi hermana lo vacilaba. Creo, eh. Lo que sí que sé es que yo no he sido. Me echan la culpa y nadie me ha dado el pésame.
Que es mi hermana, mi hermana chiquitica que llevaba al colegio, y que bailaba el rock con ella. Y que jugaba con ella. Y yo era su hermano, el siguiente. Eso no se le ocurre a nadie. Y yo lo he pasado muy mal. Esto está cayendo por su peso. Mi abogado solicitó mi salida, porque ya toca después de un año. Me piden asesinato, ocultación y parentesco familiar: 30 años .
— ¿Cómo estaba su hermana?
— Por el tema de la droga, tenía un deterioro mental acentuado. Yo por lo menos se lo notaba. Había sido mi hermana pequeña y ya veía que tenía algo tocado. Había fumado mucho crack. Se pinchaba. Heroína y cocaína.
— ¿Discutían Julia y su novio?
— Siempre estaban mosqueados. Pero nunca me hubiera imaginado... Paco nunca dijo... Nunca me dijo nada. Si fue él, que no lo sé.
— Pero estaba enterrada aquí. ¿Nunca vieron nada?
— Que va. Es que el sitio es una especie... había una trampilla... era un cuartucho que siempre había estado lleno de cosas, y ya nada más meterte ya te daba miedo. Yo ese año había hecho ya una limpieza mucho más exhaustiva que otros años, y pensaba hacer toda esa parte. Pero llegó la policía.
— ¿Indicó a la Guardia Civil dónde encontrar el cuerpo?
— Cuando llegaron les dije que no había visto nada por aquí [por la zona que Juanjo afirma haber limpiado días antes de la llegada de la Guardia Civil] y que la única cosa que no había hecho, porque todavía no había tenido tiempo de entrar a trabajar, era la parte de atrás. «Yo empezaría por ahí» [dice Juanjo que aconsejó a los agentes]. Y les indiqué el sitio. Tiene huevos la cosa [se ríe]. Eso que sucedió como te lo explico se lo toman como que yo ya quise... sí hombre, si hubiese sido yo, te voy a llevar allí.
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