Koreeda reimagina el ‘Rashomon’ de Kurosawa en ‘Monster’
En su séptima presencia en la sección a concurso, el cineasta japonés adopta una estructura similar a la del clásico para relatar un drama de acoso escolar.
Los niños enfrentados a situaciones familiares disfuncionales son un asunto esencial en el cine de Hirokazu Koreeda, ya sea abandonados a su suerte por los adultos en
Nadie sabe (2004), forzados a separarse de sus hermanos en Milagro (2011), intercambiados al nacer en De tal padre, tal hijo (2013) o, en la película que ayer presentó a concurso en el Festival de Cannes–la séptima de su filmografía que compite por la Palma de Oro–, marcados por la muerte prematura o los maltratos físicos de sus padres. Aunque, en realidad, Monster habla de muchas cosas más. El acoso escolar, el estigma con el que cargan las madres solteras en sociedades tan tradicionales como la japonesa y el imperio de los rumores y los bulos en el microcosmos escolar son solo algunas de ellas.
Mientras los aborda con mayor o menor detalle, Koreeda teje una intriga inicialmente absorbente que, eso sí, poco a poco va quedando cada vez más aplastada por su propio dispositivo. Concretamente, la película adopta la estructura similar a la que Akira Kurosawa popularizó en Rashomon y que ninguna película posterior ha ejecutado con tanta maestría: una misma serie de hechos es narrada sucesivamente desde tres puntos de vista diferentes, y con cada uno de ellos nuestra percepción de lo ocurrido –y nuestra idea de quién tiene la culpa– se va reconfigurando. Es un formato idóneo para confundir al espectador y darle sorpresas o, en otras palabras, para manipularlo y hacerle trampas. Las trampas, en cualquier caso, pueden hacerse con más o menos finura, y el problema de Monster es que, a medida que avanza, va dejando cada vez más claro su desinterés en esa cualidad.
La otra película aspirante a premio presentada ayer, Le retour, es el duodécimo largometraje de la
El director teje una intriga que va quedando aplastada por su propio dispositivo
francesa Catherine Corsini. Protagonizada por una madre viuda de origen africano que regresa a Córcega junto a sus dos hijas adolescentes de 15 años después de haber abandonado la isla sintiéndose culpable por la muerte de su marido.
Le retour plantea asuntos tan universales como las relaciones entre madres e hijas, las heridas incurables causadas por la muerte de nuestros seres queridos y el racismo disfrazado de generosidad de Occidente dedican a sus conciudadanos de piel más oscura. La relativa solvencia con la que lo hace se ve fatalmente saboteada por la tosquedad de algunos giros dramáticos que lleva a cabo para epatar al espectador.