Collboni promete revocar en breve la reforma de la ronda de Sant Antoni
▶ El alcaldable se compromete a tirar adelante la iniciativa los primeros 100 días de mandato ▶ El PSC pide el «voto útil» para gobernar sin pactar
«Estamos un poco eufóricos», reconoció ayer el candidato del PSC, Jaume Collboni, tras las últimas encuestas. Que hay un triple empate y que la victoria de uno de ellos será por la mínima es el nexo común de todas ellas. Y por eso, en el esprint final de la campaña, el alcaldable socialista pide concentrar el voto anti-Colau en su papeleta para poder gobernar sin pactar, un escenario que, estando todo en un puño, es lejano. Sin embargo, con este reto entre ceja y ceja, sacado toda la artillería esta vez desde el Eixample, el distrito que los Comuns han convertido en el buque insignia de su proyecto y foco también de controversia urbanística por las superilles.
Collboni promete «revocar» la reforma de la ronda de Sant Antoni en los 100 primeros días del mandato, así como un plan para ganar zonas verdes «sin tocar las narices a nadie».
Todo un torpedo a la línea de flotación de Colau y que busca disputarle a Xavier Trias el «voto útil» para garantizar «un cambio» al frente de la alcaldía. El distrito del Eixample es donde están en disputa más votos, unos 200.000, así que, para ganar, cualquier partido necesita obtener un buen resultado en un enclave en el que los morados han logrado un nicho vital de apoyo para gobernar durante dos mandatos. «Me comprometo a que este distrito respire tranquilo, ya basta de transformar confrontando a la gente», sentenció Collboni, que asumió el compromiso de relanzar una reforma cargada de polémica en la recta final del mandato. Los Comuns aprobaron el proyecto de pacificación entre las calles Floridablanca y Villarroel a finales de marzo con el voto en contra del PSC con el objetivo de adjudicar las obras en julio e iniciarlas a finales de verano.
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