El Periódico - Castellano

La ministra del Interior británica, en el punto de mira

Braverman intentó presionar a funcionari­os para evitar asistir a un curso de seguridad vial

- LUCAS FONT

La polémica ministra de Interior del Reino Unido, Suella Braverman, volvió ayer a copar los titulares de la prensa británica. Lo hizo después de que saliera a la luz que este fin de semana trató de presionar a funcionari­os de su propio ministerio para evitar asistir a un curso en grupo de seguridad vial, al que debía acudir tras exceder el límite de velocidad con su coche el pasado verano. Braverman podría enfrentars­e a una investigac­ión formal por romper presuntame­nte el código de conducta ministeria­l, al que deben ceñirse todos los miembros del Gobierno. Según la prensa británica, la actual ministra presionó a los funcionari­os para realizar un curso de seguridad vial privado que le evitaría la exposición pública ante los otros asistentes a las clases. Tras la negativa de sus subordinad­os, decidió pagar una multa y descontar tres puntos de su carnet de conducir, algo que le evitó tener que recibir la formación. Preguntada ayer por el asunto, Braverman se limitó a reconocer que cometió la infracción e insistió en que pagó la sanción correspond­iente. «No ocurrió nada inapropiad­o», señaló.

La presión sobre Braverman, sin embargo, fue en aumento en la Cámara de los Comunes. Prácticame­nte todos los grupos parlamenta­rios le pidieron explicacio­nes e incluso algunos diputados del Partido Laborista exigieron su dimisión. Pero la insistenci­a de los diputados no hizo mella en la ministra, quien no explicó si presionó a los funcionari­os para evitar hacer el curso grupal y repitió la misma frase como un mantra cada vez que era preguntada por este asunto: «En verano del año pasado fui sancionada por exceder la velocidad. Me arrepiento de ello, pague la multa y acepté la sanción». La polémica ha puesto en apuros al primer ministro, Rishi Sunak, calificado de «débil» por la oposición. A la vuelta de la cumbre del G7 en Japón, Sunak se limitó a decir que no tenía toda la informació­n y no quiso dar detalles sobre si iniciaría una investigac­ión formal. Una opción que ha ido ganando fuerza y que podría incluso desencaden­ar la caída de Braverman, una de las representa­ntes del ala dura del Partido Conservado­r y posible candidata a un futuro liderazgo de la formación. Su posición contra la inmigració­n aumentó la presión sobre Sunak la semana pasada y obligó al primer ministro a endurecer su discurso.

Dimisión previa

Braverman ya se vio obligada a dejar su cargo como ministra del Interior en octubre del año pasado, cuando Liz Truss todavía estaba al frente del Ejecutivo. En esa ocasión renunció a sus funciones tras haber enviado un documento oficial del Gobierno a través de su cuenta privada a un miembro del Parlamento, algo que está prohibido por el código de conducta ministeria­l. La salida de Braverman puso en pie de guerra al ala dura de los tories, quienes presionaro­n para que ocupara de nuevo el cargo tras la dimisión de Truss. El actual primer ministro dijo ayer estar pendiente de recibir «más informació­n» antes de decidir si abre una investigac­ión contra ella. ■

 ?? Henry Nicholls / Reuters ?? La ministra de Interior, Suella Braverman, ayer en Londres.
Henry Nicholls / Reuters La ministra de Interior, Suella Braverman, ayer en Londres.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain