La OCDE alerta del riesgo de una crisis mundial de deuda los próximos años
Los países tendrán que refinanciar 23 billones de dólares hasta 2026 con tipos al alza
Los estragos que la pandemia del covid, la invasión rusa de Ucrania y la crisis de inflación están dejando en las finanzas de los principales países del mundo desarrollado amenazan con desatar fuertes tensiones mundiales en los próximos años en la deuda pública, en un contexto de rápida subida de los tipos de interés y de retirada de los bancos centrales como principales compradores de los títulos emitidos por los Gobiernos y ante la expectativa de que los países tendrán que refinanciar la mitad de sus títulos en los tres próximos años.
En su informe sobre Perspectivas de endeudamiento soberano de la OCDE 2023 publicado ayer, la organización de países desarrollados señala que las emisiones brutas y netas aumentarán este año: después de una reducción del 20% de las necesidades de endeudamiento en 2022 respecto a los niveles máximo alcanzados en 2020, por la crisis sanitaria, se prevé que las emisiones brutas crecerán este año el 6%, y las netas, el 4%.
También advierte la OCDE de que casi la mitad de la deuda negociable de la OCDE (unos 23 billones de dólares) vencerán (y deberán refinanciarse) en los tres próximos años. Y alerta de que los costes del endeudamiento casi se han triplicado para los bonos soberanos de la OCDE desde 2021 –por la subida de los tipos de interés– y «parece que aumentarán más aún en el corto plazo».
Encarecimiento de los tipos
El coste medio de las emisiones ha pasado del 1,4% en 2021 al 3,3% en 2022. El documento subraya que el encarecimiento de los tipos de interés de los bonos a 10 años producido desde 2021, «se encuentra entre los más rápidos en relación con otros períodos recientes de aumentos de rendimiento sostenidos». El informe de la OCDE señala el riesgo que supone la retirada de los bancos centrales –como el Banco Central Europeo– del mercado comprador de títulos: «La demanda de bonos por parte de los bancos centrales se ha evaporado en gran medida, dejando al sector privado para absober grandes volúmenes de nuevas emisiones y refinanciaciones» nuevas.
Según el secretario general de la OCDE, Mathías Cormann, «2023 marca el final de un largo periodo de condiciones de financiación favorables para los emisores soberanos a medida que se adaptan a las nuevas realidades y a un entorno de mercado en rápida evolución, agravado por los efectos financieros y económicos de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania».
Todo este contexto reúne los ingredientes básicos que alimenta el temor a una posible crisis de deuda en los próximos años, que –dice la OCDE– podría resultar dañina para los países emergentes, en competencia con el refugio que suponen economías como la de Estados Unidos para el ahorro mundial. «Como resultado, los países enfrentan un riesgo elevado de refinanciamiento y muchos gobiernos gastarán una mayor proporción de sus presupuestos en el servicio de la deuda [pago de intereses] y pueden enfrentar mayores restricciones fiscales en los próximos años», señala el informe publicado ayer. ■