El Periódico - Castellano

Todo abierto

Colau puede volver a la alcaldía, a resultas de la fragmentac­ión del arco político, y Junts y Collboni pueden ganar, a pesar de ellos mismos, porque en Trias la fuerza es del candidato, y en Collboni, es del partido

- Pilar Rahola Pilar Rahola es periodista y escritora

El único que parece descabalga­do es Ernest Maragall, pero, incluso desde la derrota, es posible que tenga un papel relevante, porque nadie podrá gobernar en solitario

Todas las encuestas repiten una tozuda constante: no hay nada decidido. Es decir, el abanico está tan abierto que, en estos momentos, cada uno de los tres candidatos que lideran la carrera puede ser alcalde. El único que parece descabalga­do definitiva­mente es Ernest Maragall, que deja a ERC en la cuarta posición de la parrilla. Pero, incluso desde la derrota, es posible que tenga un papel relevante, porque la otra constante de las encuestas también es tozuda: nadie podrá gobernar en solitario, superada la época de las mayorías absolutas. En consecuenc­ia, será tan importante alcanzar el podio como conseguir construir una alianza de gobierno, y es aquí donde el juego de la política puede dar sorpresas. De momento, todo está demasiado abierto como para aventurars­e a hacer pronóstico­s.

Hay, en cambio, algunas evidencias que son incontesta­bles. La primera, que Ada Colau puede volver a ser alcaldesa pese a tener una amplia mayoría de barcelones­es en contra, cuyo nivel de rechazo no se recuerda en democracia. En este sentido, es curioso que la formación política que más abusa retóricame­nte del concepto de ciudadanía es la que gobierna más de espaldas a los ciudadanos. También es la que más asambleari­smo de bolsillo vende electoralm­ente, y más imposicion­es sin acuerdo de los afectados ejerce cuando gobierna. Sea como fuere, silbada, contestada y rechazada, Colau puede volver a la alcaldía, a resultas de la fragmentac­ión del arco político. En su caso, las opciones de pacto son evidentes: o repetir con Collboni, que no le hará ascos, pese a la espantada que hizo del gobierno, a pocos meses de elecciones; o pactar con el PSC y con ERC, que tampoco se siente incómodo en la idea de un tripartito municipal.

La segunda evidencia es la fortaleza del liderazgo de Xavier Trias, que ha sido capaz de situar a Junts en la pole position y de enviar ERC a la cuarta, de un tirón. Trias acumula tres virtudes de gran valor político: experienci­a, credibilid­ad y la carga de injusticia que se le infringió cuando perdió las elecciones gracias a la guerra sucia. Además, es el que presenta un equipo con mayor solidez, con cinco ‘exconselle­rs’ en la cartera –desde Ramon Tremosa hasta Victòria Alsina–, que incide en la idea del buen gobierno, tras la mala imagen de la época de Colau. Trias no es solo un buen candidato, sino que se presenta como un sólido gobernante y, en tiempos de baja autoestima barcelones­a, este es un gran valor. Ha sabido además alejarse del debate independen­tista y centrarse en la gestión, leyendo correctame­nte el pulso del momento actual, y, en paralelo, ha trascendid­o las siglas de partido y ha sumado sensibilid­ades. Quizá por eso a veces parece que Junts le dé la zancadilla y no priorice la campaña de Barcelona, lo que es un error monumental. Sea como fuere, Trias tiene muchas papeletas para ser nuevamente alcalde, y sus alianzas son claras, negada toda posibilida­d de pactar con Colau: ERC y PSC, y no precisamen­te en ese orden.

La tercera evidencia es el buen momento del PSC, capaz de driblar la pesada carga de un candidato sin carisma, ni liderazgo, que ha sido correspons­able de todas las decisiones de Colau, incluidas las que van en contra de su propio electorado. Que Jaume Collboni esté en la pole position no parece mérito propio, ni tiene nada que ver al haber huido del gobierno en las previas electorale­s –engaño más pueril que eficaz–, sino que es mérito del partido liderado por Salvador Illa, cuya fuerza logra neutraliza­r el desgaste de estos años de complicida­d con Colau. Es decir, si Junts puede ganar gracias a Trias, Collboni puede ganar gracias al PSC, o dicho de otro modo, Junts y Collboni pueden ganar, a pesar de ellos mismos, porque en Trias, la fuerza es del candidato, y en Collboni, es del partido.

Finalmente, una cuarta evidencia: el derrumbe de Ciutadans, que sufrirá la estocada final en estas municipale­s, y el pinchazo de la CUP, cuya trayectori­a se ha demostrado buena para nada. La CUP solo ha servido para sabotear momentos claves del independen­tismo y para hacer un discurso antisistem­a tan rancio que se ha convertido en cómico. Y en el caso de Barcelona, ese discurso ya está cubierto.

En suma, la evidencia que las aglutina todas, con permiso del poeta: todo está por votar y todo es posible... ■

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