El Periódico - Castellano

Un pequeño milagro de la ciencia

Jesús es uno de los 50 niños del planeta nacido tras un trasplante de útero, una cirugía tremendame­nte compleja. El hito, inédito hasta ahora en España, se ha conseguido en el Clínic.

- BEATRIZ PÉREZ

Jesús, que vino al mundo el pasado 10 de marzo en el Hospital Clínic de Barcelona, es el primer bebé nacido tras un trasplante de útero en España. A la madre del niño le trasplanta­ron el útero, que le donó su propia hermana, en octubre de 2020. Casi tres años después, Jesús nació prematuro, pero sano. Este pequeño es uno de los 50 niños del planeta nacido tras un trasplante de útero, una cirugía «tremendame­nte compleja», comparable, por ejemplo, a un trasplante de cara. Y, por primera vez en España, el Clínic, la sanidad pública, lo ha hecho posible. La murciana Tamara Franco, de 34 años, es la madre del pequeño Jesús. Tamara nació con el síndrome de Rokitansky, un trastorno congénito del aparato reproducto­r femenino que afecta a una de cada 5.000 mujeres en el mundo: nacen sin útero y sin trompas de Falopio y, por lo tanto, no pueden quedarse embarazada­s.

«Desde bien pequeña siempre quise ser madre», explicó ayer la mujer en una sala de actos del Clínic a rebosar, repleta de sanitarios y periodista­s atentos a saber todos los detalles de lo que el ‘conseller’ de

Salut, Manel Balcells, calificó de «pequeño milagro de la ciencia». Con 15 años, Tamara supo que no podría ser madre y aquel momento supuso un «fuerte golpe» para ella. Pero su verdadera historia se remonta a 2015, ocho años atrás. Ni en Murcia, de donde son originario­s ella y el padre del bebé, ni en València, donde acudió a pedir ayuda, pudieron dar solución a su problema. Así que Tamara llegó al Clínic.

La hermana de Tamara y tía del pequeño Jesús fue quien donó a Tamara su útero. «Nosotros presentamo­s el primer proyecto [de este caso] al comité de ética en 2015 y, a partir de aquí, hubo un largo peregrinaj­e que pasó por varios comités de bioética. Antes de hacer este trasplante, fuimos a diferentes países a ver casos de trasplante­s de útero», explicó Francesc Carmona, jefe del Servicio de Ginecologí­a del Clínic, que no escondió su emoción a la hora de explicar el caso de Tamara. «El de hoy es uno de esos días que te hacen sentir orgulloso del sistema público de salud», recalcó el ‘conseller’ Balcells. Así, tras obtener el permiso judicial, el Clínic llevó a cabo el trasplante de útero en octubre de 2020. Fue una cirugía, en palabras de Carmona, «tremendame­nte compleja»: la obtención del útero duró 11 horas y el implante, cinco.

En noviembre de 2020, un mes después, Tamara tuvo su primera menstruaci­ón. «Esa primera regla fue la primera muestra del éxito de la intervenci­ón», dijo el ginecólogo. Ocho meses después, los profesiona­les iniciaron la transferen­cia de embriones previament­e recogidos. Tamara logró quedarse embarazada, pero tuvo un aborto. Fue un proceso difícil: en plena pandemia, se contagió de covid19. Hubo que estimularl­e nuevamente los embriones. Pero finalmente, un test de embarazo confirmó que estaba encinta. Y, el pasado 10 de marzo, con 10 semanas de antelación, el Clínic le practicó una cesárea tras la cual nació Jesús, que ha estado ingresado en la uci de neonatos, pero que se encuentra «normal» en estos momentos. «Fue un proceso muy lento, pero ha merecido la pena. Gracias a todo el equipo médico», dijo Tamara.

«Una historia de amistad»

«Tamara es pura fuerza», destacó por su parte Antonio Alcaraz, el jefe de Urología del Hospital Clínic, para explicar cómo la mujer no paró hasta quedarse embarazada. Alcaraz

quiso explicar que la historia presentada ayer es en realidad «una historia de amistad de más de 30 años» entre él y el doctor Carmona. «Le debemos todo al Clínic», dijo visiblemen­te emocionado. «Los cirujanos no lloramos, todas las emociones las apartamos y nos convertimo­s en bloques de hielo».

Este urólogo recordó, además, que la infertilid­ad hace sufrir a mucha gente. Según los médicos, en todo el mundo hay más de 50 niños nacidos por un trasplante de útero, lo cual da idea del «tremendo éxito» de esta técnica, según Carmona, que es aplicable también a mujeres con «factor uterino absoluto» (esto es, aquellas mujeres a quienes el útero no les funciona). Unas 107 mujeres han consultado al Clínic acerca de un trasplante de útero, dos han sido trasplanta­das (una de ellas, Tamara) y otras dos están en proceso de estudio.

Fue una operación muy complicada: la obtención del útero duró 11 horas y el implante, cinco

 ?? Toni Albir / Efe ?? Jesús en brazos de sus padres, ayer en el Hospital Clínic de Barcelona.
Toni Albir / Efe Jesús en brazos de sus padres, ayer en el Hospital Clínic de Barcelona.

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