El Periódico - Castellano

Detección precoz y nuevos tratamient­os, las claves

El Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC) destaca el avance que suponen los biomarcado­res en sangre.

- B. P. Barcelona

El futuro de la investigac­ión del alzhéimer pasa por los biomarcado­res en sangre, esas moléculas presentes en la sangre y otros tejidos que indican la existencia de esta enfermedad y otras neurodegen­erativas. Los biomarcado­res pueden indicar el riesgo de una persona a desarrolla­r la enfermedad pero, además, pueden facilitar las claves en el campo del diagnóstic­o precoz para encontrar nuevos tratamient­os.

Esta es la principal conclusión de la sexta edición del workshop sobre biomarcado­res para enfermedad­es neurodegen­erativas impulsado por el Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC), el centro de investigac­ión de la Fundació Pasqual Maragall, la University College London y la Universida­d de Göteborg (Suecia).

«Hay muchos tipos de biomarcado­res. Los tres que más utilizamos son los del líquido cefalorraq­uídeo (en sangre), los de neuroimage­n (resonancia­s y TAC) y análisis de sangre generales. Estas son las cuatro cosas que se hacen a una persona que consulta por alguna posible enfermedad neurodegen­erativa a un servicio de neurología», dice Marc Suárez-Calvet, neurólogo de la Fundació Pasqual Maragall y del Hospital del Mar.

Además, como añade Suárez-Calvet, hay una prueba específica para detectar el alzhéimer: la punción lumbar. «Esta es la prueba de referencia para diagnostic­ar la enfermedad de alzhéimer», afirma este neurólogo. Según él, la novedad de los últimos años es que «parece» que se puede hacer lo mismo en la sangre, en vez de con una punción lumbar. «Esto aún está en investigac­ión».

Expertos internacio­nales

El workshop de biomarcado­res del BBRC, que se desarrolló la semana pasada y cuyas conclusion­es fueron publicadas ayer, reunió por primera vez en Barcelona a más de 80 expertos internacio­nales en biomarcado­res de imagen, fluidos y digitales para enfermedad­es neurodegen­erativas, con especial foco en el alzhéimer. Además, han participad­o en él unos 60 estudiante­s de doctorado procedente­s de 11 países.

«En los próximos años habrá un cambio de paradigma en el abordaje de la enfermedad. Por un lado, tendremos mejores biomarcado­res para detectar de forma muy precoz y precisa el alzhéimer. Por otro, habrá nuevos tratamient­os que, aunque no curan la enfermedad, ayudarán a ralentizar la progresión del deterioro cognitivo», avanza este neurólogo. De momento, no hay cura y los únicos tratamient­os que hay son para paliar los síntomas. Las entidades y expertos en general tienen mucha esperanza en el lecanemab, el nuevo fármaco ya aprobado en EEUU que ralentiza en un 27% el deterioro cognitivo del alzhéimer.

Hay esperanzas en un fármaco que ralentiza en un 27% el efecto de la enfermedad

 ?? Ferran Nadeu ?? Un hombre coge la mano a su madre, enferma de alzhéimer.
Ferran Nadeu Un hombre coge la mano a su madre, enferma de alzhéimer.

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