El PSC espera que el 28M desgaste a Aragonès
Illa confía en un resultado electoral para ERC que acorte la legislatura catalana
Las campañas electorales no son inocuas y, sea por los resultados, por los pactos que se deriven o por la inflación verbal para confrontar con los rivales, siempre tienen un impacto en las relaciones posteriores entre partidos. Especialmente cuando de gobierno y oposición se trata. El líder del PSC, Salvador Illa, advierte en sus mítines de que las elecciones municipales tendrán repercusión en lo que pase después en Catalunya. No solo porque si las gana considera que su partido dará «un paso más» en su aspiración de llegar a la Generalitat, sino porque se sentirá reforzado como jefe de la oposición para ajustar cuentas con el Govern de Pere Aragonès.
Y es que los socialistas tienen grabado a fuego los «incumplimientos» que achacan al ‘president’ en materia presupuestaria, especialmente el convenio de la Ronda Nord entre Sabadell y Terrassa que debía firmarse antes del 31 de marzo y que el PSC batallará por que se lleve a cabo aunque haya resistencias en la Generalitat.
Una carpeta que se mezclará con la elección del relevo de Laura Borràs al frente de la presidencia del Parlament y con los meses previos a unas elecciones generales de alto voltaje. La previsión de los socialistas es que, si el domingo vuelven a ser los más votados, como ya lo fueron en las catalanas de 2021, su estrategia pasará por hurgar aún más en el desgaste de Aragonès. El impulso de una moción de censura está descartada en la war room socialista, nada partidaria de asumir riesgos mientras su tendencia sea al alza y, sobre todo, teniendo en cuenta que Pedro Sánchez puede volver a necesitar el apoyo de los republicanos en una eventual investidura. Pero sí está dentro de sus planes apretar las tuercas al Govern sobre la necesidad de poner fin a la legislatura bajo el argumento que ERC «no es capaz de tomar decisiones» en cuestiones clave como las infraestructuras y la sequía ni de compactar
mayorías. Si bien no prevén que eso pueda pasar este año, sí entra en sus cálculos que pueda suceder el año que viene a pesar de que la intención de Aragonès es agotar su mandato hasta 2025.
Facturas pendientes
A partir del 29 de mayo, el PSC no solo intentará cobrarse la factura por los compromisos que el ‘president’ tiene pendientes con ellos, sino también la beligerancia que muestran los republicanos en esta campaña contra los socialistas, especialmente en el área metropolitana y a cuenta del mal funcionamiento de Rodalies. El líder de ERC, Oriol Junqueras, y Gabriel Rufián, como candidato de Santa Coloma de Gramenet han tachado de «régimen» las ciudades gobernadas históricamente por alcaldes socialistas con amplias mayorías y desde el Govern se ha señalado un día sí y otro también el déficit ferroviario.
Las urnas tendrán la respuesta, pero el caso es que las relaciones se resienten y que eso se trasladará también en los pactos, ya sea en ciudades como Barcelona, donde los socialistas no descartan la posibilidad de pactar con Junts si les conviene más que con los Comuns, pero también en las otras capitales de provincia.
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